El joven que golpeó ayer en Pontevedra al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puede enfrentarse a medidas de internamiento en régimen cerrado en un centro de menores, en aplicación de la ley que regula la responsabilidad penal para mayores de 14 años, según apuntan juristas consultados por Europa Press que precisan, no obstante, que esta posibilidad es "improbable".

A la espera de que la Fiscalía califique los hechos, el agresor, de 17 años, es previsible que sea acusado de la comisión de un delito contra la autoridad, castigado tras la reforma del Código Penal, que entró en vigor el pasado mes de julio, con penas de prisión de uno a seis años de cárcel y la imposición de una multa en el caso de aquellos que superen los 18 años. Otras fuentes apuntan a la posible comisión de un delito contra las altas instituciones del Estado.

Según explica la ley, las medidas de internamiento se reservan para aquellos casos que responden "a una mayor peligrosidad" que se manifiesta a través de la naturaleza "particularmente grave de los hechos cometidos". El régimen cerrado es, en todo caso, la medida más dura que puede aplicarse y los expertos consultados advierten que existen otras intermedias. La norma define otros grados de internamiento, que pasan por el semiabierto y el abierto, la asistencia a un centro de día donde se realizan actividades educativas o la libertad vigilada.