Las elecciones del 20-D permitirán elegir los 350 diputados del Congreso que votarán al presidente del Gobierno. Hace cuatro años, el castigo ciudadano a la gestión de Zapatero provocó un desplome socialista de 11,2 a 6,9 millones de votos y quedarse en 110 diputados, 59 menos que en 2008. Esa caída y el sistema electoral benefició sobremanera al PP de Mariano Rajoy, que ganó 32 asientos en la Cámara hasta alcanzar una mayoría absoluta de 186 con 10,8 millones de votos, apenas 600.000 sufragios más que en los anteriores comicios.