Los dos partidos soberanistas catalanes, Democràcia i Llibertat (DL) y ERC, han conseguido 17 escaños en el Congreso, obteniendo 1.145.853 votos, un 31,1% del total de los votos en Cataluña, con un 98,2% escrutado. Así, los apoyos de las dos formaciones independentistas se sitúan por debajo de los conseguidos por los partidos no independentistas -EnComúPodem, Ciudadanos, PP y PSC-, que han obtenido 30 diputados, con 2.377.668 votos, un 64,56%.

La primera fuerza en Cataluña ha sido EnComúPodem, que ha conseguido 12 escaños, con 909.709 votos, ofreciendo en su programa electoral un referéndum para que los ciudadanos catalanes decidan el encaje que quieren en España. Democràcia i Llibertat -la coalición de CDC, Demòcrates de Catalunya y Reagrupament- ha logrado ocho escaños (un 15,12% de los votos) y ERC nueve, un 15,98%. En las elecciones generales de 2011, CiU consiguió 16 escaños (1.015.691 votos), de los que diez eran de CDC y seis de Unió, que en estos comicios se ha presentado por separado al no estar de acuerdo con el programa a favor de la independencia de sus exsocios. Con los ocho diputados la formación abanderada por Artur Mas fue la gran perdedora de los comicios en Cataluña, al quedar como cuarta fuerza más votada, incluso por detrás de los socialistas.

Hace cuatro años, solo ERC se presentó con un programa a favor de la independencia; entonces mantuvo los tres diputados (con 244.854 votos), una cifra que ha aumentado hasta los nueve en las elecciones de este domingo. A diferencia de las elecciones catalanas del 27S, en esta ocasión, CDC y ERC no se han presentado en una lista única -Junts pel Sí- que les permitió conseguir la mayoría en el Parlament con 62 escaños. Sin embargo, estos 62 diputados supusieron para estas dos formaciones cosechar menos diputados que en nueve de los diez comicios catalanes anteriores, cuando en todos se presentaron por separado.

Referéndum

Al conocer los resultados el presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, defendió que el derecho a decidir de los catalanes salió "reforzado" de las elecciones generales, y recordó que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, prometió un referéndum en Cataluña si se convertía en clave para la gobernabilidad de España. Desde el Museu Marítim de Barcelona, habló así del referéndum que prometió Iglesias: "Fue una promesa solemne al pueblo de Cataluña. Nos agarramos al cien por cien y les instamos a no dar ni un paso atrás". Mas valoró los resultados de Democràcia i Llibertat (DL) pese a que los 8 diputados quedan lejos de los 16 de CiU de 2011, y afirmó que competía en un contexto muy difícil por el desgaste que supone gobernar en Cataluña y por los ataques que recibe del Estado al ser "pieza clave" en el proceso soberanista. Mas visualizó que las tesis soberanistas puedan ser negociadas en el Congreso: "Se abren puertas interesantes. Cataluña puede tener un papel y el soberanismo también en la política del conjunto del Estado. Este papel tiene que ser para defender nuestras ideas y nuestro programa".

Más alegría se vivió entre los votantes de En Comú. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se mostró ayer "orgullosa" de Cataluña: "La ciudadanía ha dado un puñetazo sobre la mesa. Las instituciones y los recursos públicos son nuestros". "Hemos venido para poner la política patas arriba e iniciar una auténtica revolución democrática", clamó Colau -que cerraba simbólicamente la candidatura de EnComúPodem-, quien leyó estos resultados como el principio de un enorme cambio que tendrá muchos episodios, todos ellos protagonizados por la ciudadanía.

La otra cara de la moneda fue, sin duda, la de Josep Antoni Duran i Lleida, candidato de Unió a las generales, que asumió como una "derrota personal" estos comicios al no haber obtenido representación en el Congreso, ya que únicamente cosechó 61.574 votos, el 1,7%, con el 95% escrutado. "Nos ha ido bastante mal y me toca dar la cara sin esperar a tener el 100% escrutado. Quien más ha perdido he sido yo", dijo Duran en su comparecencia ante la prensa.