El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, continúa con su campaña de proximidad en la nueva carrera hacia las urnas y ha optado por una segunda jornada de paseos de reparto de papeletas en la que ha recalado en el mercado de Bertamiráns, en el concello coruñés de Ames, donde ha coincidido con el cabeza de cartel coruñés de Ciudadanos (C's), José Canedo.

Lejos de las duras críticas hacia el partido de Albert Rivera que lanza en sus mítines, los vecinos de Ames y el propio Canedo han podido ver a un Feijóo afable, que se ha girado al cruzarse con el candidato de C's para saludarle. Mientras los suyos llamaban a Canedo a gritos de "¡Pepe! ¡Pepe!", el dirigente popular ya se dirigía hacia él raudo y veloz.

Hubo apretón de manos y abrazo fuerte con Canedo, con quien, entre risas, Feijóo ironizó en relación a los polémicos cambios en los carteles de Ciudadanos en Galicia. "Qué no te cambien! Dile a los tuyos que no te cambien! Qué se lo digo yo!", espetó el presidente, causando las risas de los integrantes de la comitiva de C's.

Y es que, si C's se ganó a los niños de la zona con el regalo de globos -un merchandising con él que no podían competir los caramelos y bolígrafos de los populares-, Feijóo puso toda su atención en los votantes, evidenciando que el giro de campaña de los populares encaminado a "cambiar los hoteles por las calles" no es solo una declaración de intenciones. Así, acompañado de la candidata coruñesa Marta González, del presidente del PP de A Coruña, Diego Calvo, y de miembros de la agrupación local de Ames, el jefe de filas del PP derrochó simpatía con autóctonos y visitantes y demostró que, si la campaña lo exige, sabe cómo moverse en un mercadillo. De fotógrafo de la comitiva ejerció Calvo, siempre solícito y dispuesto a realizar instantáneas con los móviles de todos los que querían una imagen con Feijóo. Aunque empezó con un descanso en una cafetería con simpatizantes de la zona, Feijóo evidenció que no le faltan las fuerzas enfrentándose a un paseo de hora y media que arrancó en un puesto en el que vendían pimientos de Padrón. La entrega de la papeleta tuvo como respuesta un regalo por la propietaria del puesto situado en la entrada del mercado, quien insistió se llevase una bolsa de pimientos, accediendo él finalmente, a aceptar el regalo.

Y es que Feijóo llevaba dinero en el bolsillo y no tardó en demostrarlo. Lo hizo en un puesto de calcetines, adónde se acercó acompañado de Marta González, y donde preguntó al vendedor por "calcetines azules". "Tienen que ser azules, negros no me valen", aclaró el presidente gallego. Finalmente, acabó comprando cuatro pares, de verano y de distintos colores, por cinco euros. "Una compra cojonuda", resumió el presidente.