El BNG afila en esta campaña su mensaje de independencia y libertad para apoyar al Gobierno que mejor trato ofrezca a Galicia. En la segunda oportunidad para no quedarse fuera del Congreso como le sucedió el 20-D, los nacionalistas reivindican su libertad frente a sus rivales. La portavoz nacional de la formación, Ana Pontón, diferenció esta situación de PP, PSdeG, En Marea y Ciudadanos, que tienen "las manos atadas por la obediencia a Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera". En el terreno propositivo, Pontón dio a conocer ayer las "líneas rojas" económicas para Galicia. Esas demandas pasan por una política industrial nueva, una tarifa eléctrica gallega y la gestión de la I+D+i, una hacienda propia, la transferencia de las autopistas estatales, la anulación del veto a la producción del sector primario y del permiso de Ence en Pontevedra, la derogación de la reforma laboral, la subida del salario mínimo a 900 euros mensuales en tres años, una reforma fiscal progresiva y un cupo fiscal gallego.