El BNG quiso ejemplificar ayer la diferencia entre su propuesta y la del resto de partidos y así erigirse como el "voto útil" el próximo día 26, a pesar de que en las elecciones generales de diciembre se quedó sin representación en la Cámara baja. De llegar al Congreso y poder condicionar la elección del próximo Gobierno, una de las demandas que pondrán sobre la mesa será la creación de una tarifa eléctrica gallega que rebajaría, según sus cálculos, un 30% el recibo de la luz a los ciudadanos gallegos.

Representantes del Bloque realizaron ayer en Santiago un acto simbólico para reclamar una vez más una tarifa eléctrica propia para Galicia, un tema que sitúan como una de sus "líneas rojas" para la negociación de un nuevo gobierno. Con esta demanda, los nacionalistas gallegos se han reivindicado como el "voto útil", frente a otras fuerzas que ya tienen claro su apoyo en la investidura y no lo condicionan a beneficios concretos. "El voto útil es el que defiende medidas para luchar contra el desempleo y para acabar con la pobreza energética", defendió ayer la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, tras participar en una quema de facturas eléctricas tachadas de "estafa" en la capital gallega. En este sentido, la dirigente nacionalista señaló que es "más útil" para los gallegos un diputado que pida que los gallegos paguen "la luz más barata", con el argumento de que se produce en esta comunidad, que otro que "no pide nada" porque su voto irá para el líder de su formación.

En cuanto a la tarifa propia, tras censurar el "expolio energético" que sufre Galicia "desde hace décadas", Pontón destacó que la energía que se produce en Galicia es "de los gallegos" y "no de las multinacionales", de modo que, en su opinión, "no tiene ningún sentido" que la tarifa gallega sea "una de las más caras de toda la Unión Europea" pese a tener "los salarios y pensiones más bajas".

"Es un disparate que los gallegos seamos uno de los máximos productores de energía eléctrica del Estado y que esa riqueza no se use en beneficio del país", insistió crítica con "un modelo centralista aprobado en 1953 y basado en imposiciones del franquismo".

También cargó contra el hecho de que "los multimillonarios beneficios" que las empresas eléctricas obtienen cada año "no se utilizan para beneficiar a los gallegos", sino para "financiar retiros dorados a exdirigentes del PP y del PSOE", como José María Aznar y Felipe González, entre otros.

Frente a ello, Ana Pontón explicó que una tarifa eléctrica diferenciada es "algo normal en muchos países" de nuestro entorno europeo, pues existe en Reino Unido, Suiza y Alemania, y que también en el País Vasco cuentan con un marco propio para la industria.

Así pues, se fijó el reto de que "en esta legislatura" se ponga fin al "expolio energético" de Galicia y se modifique el modelo para "acabar con los oligopolios", suprimir "medidas injustas como el impuesto al sol" y apostar por medidas de "eficiencia y reducción del consumo".

Por su parte, el cabeza de lista del Bloque al Congreso por A Coruña, Carlos Callón, llamó la atención sobre que su formación sea la única que ponga esta medida sobre la mesa. Máxime cuando, según sus cálculos, solo suprimiendo de la factura gallega el coste de los peajes de la energía se ahorraría "un 30 por ciento". A este respecto, ve "de lógica" que un gallego que compre unas naranjas valencianas asuma también el precio del transporte, pero lamentó que no se siga el mismo criterio en el caso de la energía. "No solo no somos beneficiados, sino que a mayores tenemos que pagar nosotros los costes del transporte", censuró.

Tras cuestionar este sistema, defendió un modelo que genere "más empleo" en Galicia, que sirva para combatir la pobreza energética y que, por ejemplo, evite que algunas empresas utilicen el coste de la energía eléctrica "como excusa para su deslocalización". Por eso Callón prometió que, si obtiene un escaño en el Congreso, su "primera medida" será pedir una tarifa propia para Galicia. "No hay razones más que ideológicas para negar algo que es de pura justicia", insistió el candidato nacionalista.