El candidato de los socialistas al Gobierno, Pedro Sánchez, reivindicó ayer "el poder del voto" y avisó de que sólo "un PSOE fuerte" hará que quienes rechazaron su investidura el pasado mes de marzo tengan que decir 'sí' después del 26 de junio. "El socialismo no es resignación, es lucha, y lo vamos a demostrar llenando de puños y rosas las urnas el próximo 26 de junio", proclamó el secretario general del PSOE ante los 4.000 militantes y simpatizantes que participaron en la Fiesta de la Rosa organizada por los socialistas valencianos, en el mitin más multitudinario del partido en lo que va de campaña.

Sin referirse en ningún momento a las encuestas recién publicadas, que mantienen al PSOE en el tercer lugar, por detrás de Podemos, Sánchez hizo este llamamiento a la movilización y se mostró convencido de que los socialistas van a responder el día de las elecciones.

"Está muy cerca poner punto y final al Gobierno de Rajoy, está muy cerca", defendió Sánchez, que, dicho esto, subrayó que "sólo un PSOE fuerte, un PSOE ganador", que sea "la primera fuerza política de nuevo como en el 82 y en 2004", conseguirá que "aquellos que dijeron 'no' a su investidura", ahora "digan 'sí".

Como en la campaña de diciembre, Sánchez tuvo en Valencia un recibimiento muy caluroso, en el acto más multitudinario en lo que va de campaña, en el que estuvo presente el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Ambos exhibieron unidad y se intercambiaron elogios. El valenciano defendió que Sánchez es "el único candidato que se ha comprometido" con su comunidad y Sánchez definió al presidente valenciano como "un gran compañero".