Entraron al ritmo de la marcha imperial de La Guerra de las Galaxias, con el signo de la victoria dibujado en los dedos del secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, y las palmas del número cinco de la papeleta madrileña en la candidatura Unidos Podemos, Alberto Garzón. Había una cadena humana para marcarles el camino, pero no era infranqueable, así que se llevaron algún que otro achuchón.

Sonaba la música y, en un breve paseo, del salón de actos del hotel de los jardines de Méndez Núñez al palco de la música, la ahogaron en varias ocasiones los gritos de "Sí, se puede". Había pasado casi media hora de las doce cuando empezó el acto central de En Marea en la ciudad, que reunió a 3.000 personas.

Las más avezadas fueron sobre las once de la mañana, cuando las sillas blancas que estaban frente al palco todavía no tenían dueño y la organización del acto repartía gorros de paja, pegatinas moradas y pulseras de Podemos y sombrillas de colores para combatir el calor.

Los gritos de "Sí se puede" se confundieron, en ocasiones, con los de "Hai marea" y hubo puños en alto, en el escenario y en el público, en señal de lucha. Hubo quien no se conformó con aplaudir e interactuó con los ponentes, como una mujer, que cuando la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, dijo que iban a mandar "a casa" a políticos relacionados con la corrupción, le respondió bien alto: "¿Cómo que a casa? A la cárcel". Y, cuando sonaba desde el escenario un "claro que se puede", ella, respondía, "se puede, pero no quieren" y aplaudía sin descanso. Para finalizar el acto, los participantes desplegaron una pancarta con el lema Coa saúde non se negocia, en apoyo a la Marea Blanca.

No estaban en el escenario el fundador de Anova, Xosé Manuel Beiras, y su número dos, Martiño Noriega, que a la misma hora participaban en un acto en Salceda de Caselas. Oficialmente porque "querían repartirse". Beiras y Noriega decidieron apoyar a Alexandra Fernández, cabeza de cartel por Pontevedra. De fondo, la tensión entre los socios de la confluencia gallega.