A una semana de la cita con las urnas, las principales voces de Unidos Podemos orientan el foco hacia quienes, de acuerdo con las encuestas, menos simpatía profesan por Pablo Iglesias y su candidatura: los mayores. A ellos se dirigieron ayer el número tres de la lista por Madrid, Íñigo Errejón, y el número cinco, Alberto Garzón, que protagonizaron en los jardines de Méndez Núñez el mitin central de campaña de En Marea, en el único desembarco de líderes estatales en A Coruña esta campaña.

Garzón urgió a recuperar un "acuerdo intergeneracional", a su juicio roto por el Gobierno de Mariano Rajoy, y pidió un "sprint final" a los votantes para "congelar la sonrisa a los banqueros". "Los derechos de hoy son las luchas de ayer, y las luchas de hoy serán los derechos del mañana. Esta es una cuestión intergeneracional. Los salarios de los nietos son las pensiones de los abuelos, lo que obliga a luchar todos juntos", arguyó ante más de 2.000 personas. También apuntó a que una victoria de Unidos Podemos y sus confluencias serviría para abrir una vía de "esperanza" dentro de una Unión Europea invadida "por la xenofobia y el racismo".

En el único mitin de Garzón en la comunidad autónoma esta campaña, el líder de Izquierda Unida se agarró a diferentes episodios de la historia antigua y reciente de Galicia, como las revueltas Irmandiñas o Nunca Máis, para erigirlos en "referente de lucha" dentro del Estado. "En 2012 fue aquí donde se asentaron las piedrecitas de la confluencia", remarcó a escasos metros de la estatua de Curros Enríquez.

El líder de Podemos Íñigo Errejón lanzó un mensaje claro para rascar el voto de los más mayores: "No solucionamos la situación si los de 30 votan por los partidos de gente de 30 y los de 60 años votan por los que llevan a los de 60. Aquí hay en marcha un rebelión democrática que solo vamos a recuperar si es en familia, con los abuelos", sentenció.

El madrileño pidió a los votantes un "último esfuerzo" para arañar al PP escaños "decisivos" en las provincias en las que, según los datos que manejan, el reparto está más ajustado y vinculó la elección entre Rajoy y Pablo Iglesias como "un referéndum entre pasado y futuro".

También se refirió Errejón a Ciudadanos, que pronosticó que finalmente no serán determinantes y de quienes se distanció al asegurar que, contra lo que opina Albert Rivera, el problema del PP no se llama "Mariano Rajoy" sino que "se llama Partido Popular".

Otra de las invitadas al encuentro de En Marea fue Mónica Oltra, la líder de Compromís y actual vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, gobierno en el que participa tras sellar una coalición con el PSOE de Ximo Puig. Precisamente, Oltra recurrió a esta experiencia como ejemplo de gobierno alternativo que ahora llama a constituir en Madrid. "La clave de la victoria fue creer que el poder los teníamos nosotros. Hay que rematar la faena", aseguró, en alusión al próximo 26 de junio.

Oltra ironizó con las declaraciones de Rajoy el sábado -el aspirante del PP pedía el "voto moderado" para "frenar a los malos"- y criticó su "poco nivel". "Bienvenidos malos y malas. Si quieren malos y malas, nos van a tener", exclamó ante el aplauso de los asistentes. También tuvo palabras para los casos de corrupción de los populares, excedentarios en su tierra, para pedir a los ciudadanos que los envíen "a donde se merecen".

La valenciana calificó el Gobierno de Rajoy como "el peor de la historia" y cargó contra algunas de sus medidas más polémicas como la ley mordaza o el "impuesto al Sol". "Quieren meternos miedo y quitarnos autonomía a los ciudadanos", remarcó Oltra antes de apelar a los asistentes a corear con ella "A la Valenciana", en alusión al nombre de su candidatura, que hoy, de acuerdo con algunas encuestas, aparecía por primera vez como fuerza más votada en su comunidad. "¡Que se escuche en Valencia!", exclamó.