Pedro Sánchez intenta escapar de los sondeos que le sitúan por detrás de Podemos y relegan al PSOE a tercera fuerza, una situación inédita para el partido del puño y la rosa, y así el cabeza de cartel del PSOE sostiene que "la única fuerza que puede garantizar cambio y gobierno" el próximo domingo es el suyo.

-El 26-J pinta mal para el PSOE. Las encuestas le sitúan como tercera fuerza ante el sorpasso de Podemos.

-Tienen razón aquellos que aseguran que el próximo Gobierno va a depender del PSOE. De hecho, va a depender de los millones de votantes del Partido Socialista. Si salimos a votar el domingo habrá cambio, y habrá un Gobierno progresista presidido por el PSOE. Los sondeos dicen que el 26-J va a haber una mayoría de cambio en el Congreso y que nadie va a poder gobernar solo. El PP como no tiene apoyos se va a quedar fuera, y la única formación política que va a poder garantizar Gobierno y cambio es el PSOE. Si el 26-J somos la primera fuerza del país, quien dijo no se verá obligado a decir sí.

-¿Cómo va a atraer los votos que se fugan a Podemos?

-A quien confió en Pablo Iglesias el 20-D le diría que no tropiece dos veces en la misma piedra, en la de aquel que pide el voto para el cambio y acaba bloqueando el cambio. Les pido que confíen en el PSOE.

-¿El 26-J desbloqueará la situación o iremos a unas terceras elecciones?

-Hay dos preocupaciones de cara al domingo. Una si va a haber cambio en el país o vamos a continuar con cuatro años más de Mariano Rajoy. Y dos, si va a haber Gobierno o no. La calle lo que dice, no tanto las encuestas, es que Rajoy no va a ser presidente del Gobierno y votar al PP es un ejercicio de melancolía inútil. Rivera ya ha dicho que no va a votar a Rajoy ni por activa ni por pasiva y el PSOE hará lo mismo. La única tabla de salvación de Rajoy es que Iglesias bloquee el gobierno del cambio, como ocurrió durante estos últimos cinco meses. Por tanto, si Rajoy no va a tener ningún apoyo tras el 26-J en las Cortes, los españoles lo que tienen que decidir es quién va a ser su presidente, y creo que el PSOE puede cumplir los tres requisitos que pide la ciudadanía: cambio, políticas progresistas y un presidente socialista que conforme un Gobierno a partir del entendimiento de distintos partidos políticos.

-¿Si Rajoy da un paso atrás, el PP tendrá el apoyo de Ciudadanos?

-No me parece honesto. El presidente tiene que ser alguien votado por los españoles y el candidato del PP es Rajoy. Rajoy ha metido en un callejón sin salida a la derecha y esa es su responsabilidad histórica. Los españoles tienen que pensar en quién garantiza un gobierno de progreso con estabilidad y es el PSOE, que ha demostrado capacidad para llegar a acuerdos y voluntad de diálogo. Iglesias y Rajoy representan dos extremos en lo ideológico pero comparten una misma forma de entender la democracia, como un contrato de adhesión. O haces lo que yo digo o no hay acuerdo posible. Y el resultado es el bloqueo y el inmovilismo al que nos han sometido los extremos en estos cinco meses. La única alternativa posible a ese bloqueo de los extremos es un Partido Socialista ganador. Es el único que va a garantizar que haya gobierno y haya cambio.

-Pero el PSOE va camino de ser la tercera fuerza ...

-La pregunta que va a tener que responder Iglesias es si va a seguir bloqueando el Gobierno del cambio con un presidente socialista o va a desbloquearlo. Pablo Iglesias dice que a ver si el PSOE tiene agallas a decir que no apoyaremos al PP ni por activa ni por pasiva, pero ya lo dijimos. Ya dijimos que sí al cambio, a un gobierno progresista. Y así lo vieron muchos votantes de Podemos, que el 20-D confiaron en el señor Iglesias para ayudar al cambio y él acabó bloqueando ese cambio.

-La tensión con Podemos se ha elevado en campaña, ¿qué estabilidad puede garantizar en un Gobierno PSOE-Podemos o Podemos-PSOE?

-Tensiones son las que hay dentro de Podemos. Podemos es un conglomerado de siglas y un conglomerado no es un proyecto político. Iglesias asegura que el derecho a la autodeterminación no es una línea roja y al día siguiente se lo desmienten sus socios catalanes. Mire el cartel electoral de Podemos, no aparecen las Mareas, Mareas que cuando tuvieron que elegir entre el interés de Galicia y el particular de Iglesias, apostaron por lo segundo.

-¿Quién ha sido el mejor presidente de la democracia para usted, que ya sabemos que para Pablo Iglesias es Zapatero?

-Sin duda Zapatero y Felipe González. Es curioso que Iglesias admire a los presidentes socialistas, pero cuando tuvo opción de votar a uno, votó en contra. Iglesias cuando está con Garzón es comunista, cuando está con Errejón es peronista, cuando está conmigo es socialista y además dice que es nueva socialdemocracia y lo dice abrazando a Anguita, que ya sabemos todos que es socialdemócrata de toda la vida. La nueva socialdemocracia de Iglesias ni es nueva ni es nada.

-¿Podemos le corteja, pero en el fondo es el abrazo del oso?

-Iglesias tiende la mano en campaña, pero luego vienen los vetos, las líneas rojas, los ministros, la cal viva, ? ya nos conocemos. La ventaja de estos cinco meses es que ya nos conocemos.

-¿Y pese a conocerse, sigue pensando que es posible ese Gobierno de cambio con Podemos?

-Si el Partido Socialista gana las elecciones y por tanto todo el voto progresista quiere cambio y apoya al PSOE, y partiendo de la premisa de que no voy a dejar ninguna fuerza del cambio fuera, espero que se impongan las tesis más moderadas de Podemos sobre las más intransigentes, como es el caso de Iglesias y Monedero.

-El PSOE no le saca rédito a su apuesta por el diálogo tras el 20-D, ¿se desdibujó el perfil de izquierdas del PSOE al pactar con Ciudadanos y le dejó ese espacio electoral a Podemos?

-Al contrario. En mi discurso de investidura proponía revisar la concesión de Ence, la regeneración de la ría de Pontevedra, el impulso de la automoción, del cerco, del lácteo y todas son iniciativas que ya podían estar en marcha ? La gran paradoja es que Iglesias al votar en contra de mi investidura, votó en contra de buena parte de las políticas que defiende, y lo hizo por intransigencia y por anteponer los sillones a las soluciones. Ésta es la cuestión. El problema no fue pactar con Ciudadanos. Yo pacté un programa progresista con Ciudadanos y siempre supe que iba a necesitar la otra pata. La pena es que tanto Ciudadanos como Podemos entraron en una cuestión de vetos nominales que impidió un acuerdo transversal, que sí se estaba dando en la práctica en el Congreso, donde casi todas las iniciativas que sacábamos adelante las aprobábamos los tres juntos.

-¿Por qué tras el 26-J va a haber un Gobierno, si tras el 20-D fue imposible por falta de acuerdo?

-Ahora se exige un Gobierno. Hay una emergencia social que atender, hay una inestabilidad política que resolver. El Gobierno de España tiene que volver a funcionar y eso solo se puede hacer si los gallegos y los españoles apuestan por quienes como el PSOE intentamos el cambio desde el diálogo frente a los del bloqueo. Si ganamos los que defendimos el cambio desde el diálogo y pierden los del bloqueo, estoy convencido de que habrá cambio y Gobierno el 26-J.

-¿Le echa un cable Rivera al aseverar que no pactará ni por activa ni por pasiva con Rajoy?

-Rivera es coherente con lo que defendió en los últimos meses y es Iglesias el que bloqueó todo porque quería la vicepresidencia plenipotenciaria y el derecho a la autodeterminación de Galicia, País Vasco y Cataluña. Al final en política, a diferencia de las matemáticas, el orden de los factores altera el producto. No discuto que Iglesias quiera quitar a Rajoy de presidente, pero siempre antepondrá que no haya un presidente socialista. La única salida es que el PSOE gane las elecciones para que dentro de Podemos haya un debate y triunfen las tesis moderadas y no las radicales.

-¿Por qué no se rozaron usted y Rivera en el debate a cuatro?

-Hubo algún roce, pero es verdad que yo reivindiqué el acuerdo de investidura. Me interesaba en el debate visualizar ante los españoles la soledad, el aislamiento, el agotamiento y la autocomplacencia de Rajoy y dos, la inconsistencia de alguien que defiende el cambio, pero luego votó con Rajoy. En el debate quería mandar el mensaje de que la única salida al bloqueo de los extremos es el PSOE.

-Alberto Núñez Feijóo sostiene que si el PSOE se ve superado por Podemos, usted debe dimitir la misma noche del 26-J ...

-Se me ocurren muchas maldades pensando en la añoranza de Feijóo por Madrid. Está pensando en quién va a dar un paso atrás, pero no piensa en mí. Está mirando hacia la calle Génova. Ayudaré a cumplir el sueño del señor Feijóo.

-El PSdeG está dividido entre quienes son muy críticos con las Mareas en los concellos y los que tienden puentes pensando en un pacto autonómico. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, considera que la gestión de los alcaldes del cambio en Galicia es "una calamidad" ...

-Tiene mucha razón y lo digo por experiencia propia. Creo que hay muchos malos ejemplos de gestión de los recursos públicos. Hay mucho votante progresista de izquierda, que confió en las Mareas y ahora se siente decepcionado en la gestión de los ayuntamientos. Tenemos que persuadir a esos votantes progresistas de que la alternativa de cambio posible de izquierda es el PSOE.

-Pues el candidato socialista a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, y la presidenta de la gestora del PSdeG y una de sus ministrables, Pilar Cancela, son más de la opción de buscar puntos de encuentro con las Mareas ...

-Las Mareas cuando tuvieron que elegir entre el interés de los gallegos y de Iglesias, eligieron el segundo y votaron en contra de mi investidura. Iglesias y las Mareas quieren que les apoyemos a ellos para presidir gobiernos locales, pero cuando necesitamos su apoyo para presidir el gobierno no nos lo dan.

-¿Si no hay acuerdo en Madrid de PSOE y Podemos, será posible en Galicia, si el PP pierde la mayoría absoluta en las elecciones de finales de año?

-Lo que quiero es cambio en España y en Galicia. Si podemos jubilar a Rajoy y Feijóo el mismo año haremos un gran servicio a España y Galicia.