Las elecciones del 26-J consolidaron a Galicia como uno de los principales fortines del PP en España. Superó la barrera del 40% de apoyos (41,5%) y se situó como la sexta comunidad con más respaldo de los populares. Pero si se compara con el auge electoral que ha experimentado esta formación en otras autonomías, el ascenso en Galicia ha sido mucho más moderado. Tanto es así, que es la quinta comunidad donde menos creció el PP. Y además desde diciembre de 2015 ha perdido posiciones pasando de ser la cuarta autonomía con mejores resultados para los populares a bajar al sexto puesto. Eso sí, Ourense resiste y sigue dando alegrías al partido de la gaviota. En Galicia arañaron un escaño más en esta provincia y obtuvieron el 49,6% de votos, un resultado que en toda España solo fue mejorado por Ávila (51,5%).

Ourense sigue siendo así el segundo granero más importante de votos del PP en toda España. Son 20 las provincias que se pusieron en cabeza de la remontada electoral de los populares, superando más del 40% de los apoyos. Además de Ourense, se encuentra en este grupo también Lugo, que con un 40,7% de apoyos, ocupó el puesto 16 entre las que recabaron más respaldo entre los electores.

Todo el mapa se tiñó de azul, salvo Cataluña y País Vasco, pero hasta en estas dos comunidades el PP sumó votos. Los escándalos de corrupción en Valencia o en Madrid tampoco hicieron mella en el partido de Mariano Rajoy. En la comunidad valenciana subió 4,2 puntos en apoyo electoral -hasta el 35,4%- y en Madrid el repunte obtenido tras el 20-D fue de 4,8 puntos, superior incluso al que logró Alberto Núñez Feijóo en su tierra que pasó de un respaldo del 37,1% a un 41,4%.

Solo en la Comunidad Valenciana, la Rioja -que creció en otros 4,2 puntos-, Navarra (2,9 puntos más), Cataluña (2,2 puntos) y País Vasco (1,2), el PP registró un menor incremento que el cosechado en Galicia, que se queda lejos de los seis puntos de mejora que lograron Murcia, Baleares y Canarias.

Eso sí, a Galicia le debe el PP nacional dos de los 14 escaños que sumó en la pasada convocatoria electoral. Solo la comunidad gallega, Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Madrid, Valencia y Extremadura le reportaron un incremento de actas a los populares en el Congreso de los Diputados.

Se mantienen

El PSdeG-PSOE, por su parte, consigue mantener el tipo en el conjunto nacional. Mientras los socialistas reciben un duro golpe en Andalucía, su principal feudo, al verse adelantados por el PP, en la comunidad gallega resisten. Y a pesar de quedarse sin 5.000 votos, consiguieron incrementar ligeramente su porcentaje de respaldo electoral en Galicia, al pasar del 21,3% del pasado 20 de diciembre al 22,2% del domingo.

Este leve repunte tampoco les da para sacar pecho a los socialistas gallegos, puesto que de las trece comunidades donde el PSOE mejora su resultado electoral, Galicia es la quinta que menos creció el PSOE.

Su descenso electoral se concentró en Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y Extremadura. Esta comunidad, pese a perder 1,4 puntos de apoyo electoral, sigue siendo el principal granero de votos de los socialistas con el 34,5% de los apoyos, seguido en segundo lugar por Andalucía (31,2%). Y habría que bajar a la décima posición para encontrar a Galicia (22,5%).

En escaños, sin embargo, los socialistas gallegos logran mantener sus seis actas, cuando el PSOE pierde cinco diputados a nivel nacional: dos en Andalucía, uno en Canarias, otro en Cataluña, otro en Valencia y uno más en Extremadura, que se contrarrestan con el que ganó en Madrid, donde elevó de seis a siete sus escaños.

Y el poco agarre electoral que la formación de Albert Rivera había mostrado ya en Galicia en las pasadas elecciones generales del 20-D se terminó de desinflar en la cita del domingo. Ciudadanos perdió el único escaño que tenía en Galicia y se quedó sin representantes en esta comunidad, al igual que Castilla-La Mancha, Navarra, Extremadura, La Rioja y País Vasco.

Si con el tirón de Albert Rivera, la formación naranja pierde 15.000 votos y solo obtiene el 8,6% de los apoyos, sus posibilidades de jugar un papel importante en las próximas autonómicas queda mermada. Ciudadanos, que sigue sin tener una estructura consolidada en Galicia, no termina de cuajar. De hecho, solo en las comunidades de Navarra y País Vasco tienen menos respaldo.