Cambio de escenario en Vigo. Los partidos tradicionales recuperan espacio en la ciudad, sobre todo el PP, mientras que En Marea baja una marcha, aunque mantiene un fuerte músculo y se consolida como una opción política con un amplísimo respaldo ciudadano. Los populares vuelven a ser la primera fuerza sumando 52.297 votos, después del batacazo que sufrieron el 20-D, cuando cosecharon el peor resultado de su historia en unas elecciones generales. La formación conservadora escala un peldaño a costa de En Marea, que dio la campanada hace seis meses con un doble sorpasso al PP y el PSOE. La coalición se dejó en los comicios del 26-J 8.862 papeletas, aunque con sus 50.829 sufragios se quedó a solo nueve décimas de rebasar de nuevo a los populares.

Los socialistas salvan los papeles después del descalabro de hace seis meses, cuando cosecharon el peor resultado en unas generales en todo el periodo democrático y el más bajo en unas autonómicas desde 1997. No obstante, continúan como tercera fuerza, superados holgadamente por En Marea, y su incremento ha sido ligero, apenas 1.400 votos más que el 20-D. En las legislativas de 2011 el PSdeG obtuvo 15.000 sufragios más que en la jornada de ayer. La formación alcanzó su techo en la ciudad en las Generales de 2008, cuando la apoyaron 78.118 vigueses, el 44,4% del electorado.

El BNG, por su parte, sigue una caída que no parece tener fin. Repite como quinta fuerza (inmediatamente detrás de Ciudadanos), y del ya escaso 2,9% de votos que recibió en las anteriores Generales, baja al 1,97%.

En Marea baja en Vigo menos que en otras ciudades como A Coruña o Santiago y está mucho más cerca del PP que en ambas urbes. Mantiene un enorme respaldo con el 30,33% de las papeletas y solo recabó 1.468 votos menos que los populares pero se deja 3,6 puntos en el camino después de que en diciembre hubiese arrasado.

El PP rascó papeletas entre quienes apostaron en diciembre por Ciudadanos, que baja en Vigo cuatro décimas, quedándose con el 9, 49% de los sufragios emitidos.