La campaña electoral entra en sus últimos días con los candidatos intensificando su presencia en aquellos lugares en los que el 20-D ganaron o perdieron diputados por un estrecho margen de votos. Mariano Rajoy ha convertido el argumento de la agrupación del voto en torno al PP en el centro de todas sus intervenciones como forma de frenar a "los radicales de Podemos". "Si todos los votantes vamos juntos ganaremos al extremismo; si vamos por separado se beneficiará el extremismo", insistió ayer, por la mañana en Malagón (Ciudad Real) y por la tarde en Málaga.

En el mitin de Málaga, el acto central de toda su campaña electoral -3.000 asistentes según la organización-, Rajoy ha pedido a los suyos "echar el resto" y convencer a vecinos y familiares de que tienen que apostar por concentrar el voto moderado en el PP.

En la misma línea, el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, en un llamamiento dirigido a los votantes de Ciudadanos, instó a no dispersar el sufragio. "Ellos lo han aprendido y han hecho una coalición. Nosotros no dividamos el voto, porque la unión hace la fuerza y porque, en caso contrario, caeremos en el riesgo de un Gobierno nucleado en torno a Podemos, que sería un desastre y devastador para España", aseguró en Tarrasa, en Barcelona, donde encabeza la lista del PP.

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, abundó ayer por la tarde durante una rueda de prensa, en la advertencia al señalar que hay muchas circunscripciones en las que no votar al PP supone, por el sistema electoral español, contribuir a que Unidos Podemos sume más escaños.