Como cada día que empezamos el trabajo en el Banco nos preguntamos qué será de nosotros en el futuro, la pregunta tendría su contestación si no existiera la la necesidad en la sociedad, pero desde el principio de los tiempos siempre hubo y habrá personas necesitadas que no llegan a cubrir sus necesidades mas perentorias.

Con la colaboración de la sociedad, ayudas oficiales y empresarios, el Banco de Alimentos recupera productos para su distribución con lo cual se hace más llevadero el pozo de la desigualdad, pero nunca será la solución a este problema.

Para tiempos venideros la perspectiva de solución de la crisis que sufre nuestra sociedad no es muy halagüeña, por lo que tendremos que seguir trabajando por que el mundo donde nos movemos sea más equitativo.

Suponemos que los organismos oficiales tendrán que plantearse hacer una distribución más equitativa de todos los elementos que puedan paliar esta desigualdad y, desde el Banco de Alimentos, pondremos nuestro granito de arena para que esto sea así.

En la mejora de las condiciones alimentarias de grupos de personas en riesgo o situación de exclusión social, como base para su integración, se tiene que implicar a la sociedad en la promoción y desarrollo del voluntariado, base imprescindible para la racionalización en el uso y consumo de los alimentos.

La eficiencia de los Bancos

de Alimentos es usar los recursos que nos aportan los donantes para obtener el mayor retorno para la

sociedad.

Cada vez más se está viendo la concienciación de los productores de alimentos en su aportación a la necesidad de cubrir esta desigualdad que hoy por hoy existe en la sociedad, siendo su aportación a los Bancos muy positiva.

La base principal de los Bancos de Alimentos son los voluntarios y no solo en su faceta de ayuda sino también en el reconocimiento que de los Bancos tiene la sociedad. Si contamos con esta ayuda en el futuro nuestra percepción del trabajo que llevamos a cabo en la labor a favor de las personas más desfavorecidas tendrá una repercusión más efectiva.

Respecto a la justicia social, luchamos contra una de las mayores injusticias que se dan en nuestra sociedad como es la que haya millones de personas que pasan hambre mientras hay excedentes de alimentos que se malgastan; en España son 7,5 millones de toneladas que se despilfarran.

Estos son los objetivos que nos planteamos en el Banco de Alimentos Rías Altas en toda la provincia de A Coruña.

Porque a la vez que se ayuda en el reparto de alimentos contribuimos a dar salida a los excedentes agrarios que por diversos motivos la industria de distribución no admite, tamaño, textura, color, condiciones no aptas de presentación, todos estos productos inevitablemente irían a ser desperdicios no aprovechables. Y para terminar, diría que la mayor ilusión de los Bancos de Alimentos sería poder cesar en nuestra actividad, pero, como ya mencionaba más arriba, mucho me temo que esto no será factible mientras haya crisis y pobres.