El cantante y músico Iván Ferreiro (Nigrán, Vigo, 1970) tocará esta noche en el Noroeste Pop Rock con Leiva, Xoel López, Wolrus y Escuchando Elefantes.

€Compartirá escenario con dos amigos suyos, Leiva y Xoel. ¿Habrá sorpresas para el público? ¿Una colaboración en formato trío, por ejemplo?

€No puedo desvelar nada y no tengo claro lo que va a pasar, pero seguro que algo pasa. Me apetece mucho ver a Leiva, hace unos meses estuvimos escribiendo unas cosas juntos, pero no coincidí nada con él. Con Xoel he hecho bastantes cosas últimamente, y hoy vamos a disfrutar mucho, porque él está en su casa y, al fin y al cabo, yo también.

€Actuará menos tiempo de lo que acostumbra, ¿todas las canciones serán de Confesiones de un artista de mierda?

€Sí, todo girará en torno a ese disco, normalmente hacemos una hora cincuenta minutos de concierto y hoy tendremos que recortar, pero esperemos que suene todo lo mejor posible.

€Un título de disco un poco humilde, teniendo en cuenta que dentro hay temas como Años 80, Promesas que no valen nada o El equilibrio es imposible, casi himnos de la música en castellano.

€Qué va, está acorde con lo que hay dentro. Me halaga que hables de himnos, y me encanta que esas canciones hayan sido importantes para la gente, pero no me veo a mí mismo como un gran creador ni nada por el estilo. Me veo bajando la basura todos los días, recogiendo la ropa de mis hijos del suelo y riñéndoles, pagando la hipoteca... Hago cosas patéticas que las estrellas del rock no hacen, así que soy un artista de mierda.

€¿Le afecta la crisis?

€Mucho, como a todos. Y no digo todos los músicos, sino todas las personas. Yo ahora mismo estoy igual que mis vecinos de Nigrán o de Gondomar. Pero soy afortunado, tengo trabajo para hoy, para mañana, para pasado... Soy consciente de que tengo suerte.

€Los músicos hablan de reinventarse y de explorar otros soportes como internet, y usted regaló en la Red su disco Mentiroso, mentiroso. ¿Internet debe ser un aliado y no un enemigo?

€Sea como sea, internet ya ha ganado así que tiene que ser un aliado. Es una herramienta cojonuda y creo que poco a poco la gente irá valorando el trabajo y decidiendo cuánto quiere pagar por él. Ahora tenemos un problema de precios, pero ya se están haciendo cosas distintas como Spotify o Itunes.