El piloto español Marc Márquez (Repsol Honda) intentará olvidar este fin de semana en el Gran Premio de Malasia su error en Australia del pasado domingo para mantener su dominio en la categoría de MotoGP en un escenario donde en 2015 vivió su momento más complicado y tenso de su carrera deportiva.

Hace un año, el Mundial de la categoría 'reina' llegó a un punto de tensión extrema. Después de las críticas de Valentino Rossi (Yamaha) al comportamiento del de Cervera en Phillip Islanda la semana anterior, el italiano las aumentó en la rueda de prensa previa a la exigente carrera malasia, que finalmente tuvo un desenlace inesperado y polémico.

Mientras Dani Pedrosa (Repsol Honda) se marchaba hacia la victoria y Jorge Lorenzo (Yamaha) afianzaba sus opciones para poder ser campeón del mundo en Valencia, 'Il Dottore' y el catalán se enfrascaban en un continuo mano a mano, que terminó por desquiciar al primero y con el segundo por los suelos, con la posible patada del de Urbino para desestabilizar a su rival.

El nueve veces campeón del mundo fue sancionado con el último puesto en la parrilla de Cheste y ahí se le terminaron las opciones de sumar su décima corona mundial, que terminó del lado de su compañero de equipo.

Ahora, Sepang y su exigencia a nivel físico esperan una carrera más amable. Con el título ya decidido a favor de Márquez desde Japón, el cierre del triplete transoceánico sólo tiene como emoción mayor la pelea por el subcampeonato. De hecho, el tema de 2015 se ha casi obviado, sobre todo por un Rossi que se limita a decir que sigue pensando lo mismo que hace un año, pero que por fin pudo felicitar personalmente al español.

Márquez reconoció el error que cometió el pasado domingo en Phillip Island y que le privó seguramente de su sexta victoria de la temporada, por lo que ahora intentará estar más calmado sin renunciar al triunfo en un trazado donde crea preocupación el nuevo asfalto y su posible impacto en los neumáticos 'Michelin' y el cambio de la última curva.

Por su parte, Yamaha espera poner fin a su negativa racha de nueve Grandes Premios sin ganar. Rossi está ante la oportunidad de sentenciar otro nuevo subcampeonato del mundo ya que aventaja en 24 puntos a un Lorenzo que no está a su mejor nivel.

El italiano aumentó su ventaja sobre el balear en esa lucha más psicológica y de moral de finalizar por delante el año tras ser segundo en Phillip Island, mientras que el mallorquín sólo pudo ser sexto y ve incluso peligrar su tercer puesto en el general por la amenaza de su sustituto en Yamaha el año que viene, Maverick Viñales (Suzuki).

El gerundense tiene muy complicado alcanzar a Rossi en la segunda plaza, pero sólo le separan once puntos de Lorenzo. Su montura está funcionando bien, lleva dos podios consecutivos y necesita más para llegar con objetivos a Valencia.

Sin la presencia una carrera más de Dani Pedrosa, la otra opción de Honda estará en la moto satélite del británico Cal Crutchlow, vencedor en Phillip Island en condiciones de seco y que buscará volver a estar delante, lo mismo que Ducati que vuelve a contar con el italiano Andrea Iannone.