El coleccionismo de artículos de lujo es uno de los ´hobbies´ que gana adeptos en los últimos años. El deseo por disponer de un producto distintivo lleva a muchos españoles a cultivar una afición con numerosas vertientes; desde quien acumula tableros de ajedrez y monedas antiguas a quien le gusta hacerse con relojes e incluso guitarras de diferentes siglos.

Sin duda, una de las facetas más conocidas dentro del coleccionismo es el de la numismática. Las monedas de colección poseen un alto valor, tanto económico como simbólico. Este año, la Real Casa de la Moneda dedica la IV Serie de Tesoros de Museos Españoles al V Centenario de Jheronimus Van Aken, más conocido como El Bosco, representando las obras más emblemáticas del artista expuestas en el Museo del Prado.

Esta colección de tres monedas de plata, las primeras que ha acuñado la Real Casa de la Moneda en plata fina (con una pureza de 999 milésimas) y en formas rectangulares y cuadrada, reproducen su obra más emblemática: El Jardín de las Delicias. Las monedas se venden solo de forma conjunta al precio de 580,80 euros, IVA incluido, y se pueden adquirir en la página web de la Fábrica. De esta colección exclusiva solo se comercializarán un máximo de 2.000 unidades.

Sin duda, otro de los artículos más buscados por los coleccionistas, en especial los aficionados al ajedrez, son los tableros antiguos, pensados no solo como objetivos decorativos sino también como escenarios de partidas reales. Por ejemplo, el ajedrez se la serie ´Lujo Cagliari´ consta de piezas de madera de palisandro, ébano y boj.

Otro artículo con función práctica es el reloj. Las marcas más exclusivas y prestigiosas lanzan paras estas fechas cronógrafos muy especiales, pensados sobre todo para aquellas personas que buscan un símbolo de distinción en sus muñecas. Es el caso de la marca Tag Heuer con el modelo Orologio WAV5113.BA0901, con un peso aproximado de 450 gramos y una correa de acero inoxidable.

Para aquellos a los que les guste distinguirse con la escritura, las plumas estilográficas les facilitan la labor. Se trata de artículos que, pese al auge de las nuevas tecnologías, conservan un aura que aún les hace muy atractivos, sobre todo para aquellos que escriben de forma cotidiana por motivos laborales o simplemente de ocio. La pluma Charleston CT, e inspiración Art Decó, tiene un plumín de oro macizo.

Para aquellos que quieran combinar modernidad y aire ´vintage´, el mundo audiovisual reúne grandes posibilidades. Es el caso del amplificador de potencia McIntosh MC75, basado en un par de tubos de salida y diseñado a partir del modelo original de 1961.