Como todo en esta sociedad se ha convertido a lo largo de los últimos años en ´booms´ (mírese boom puntocom, boom inmobiliario, boom social media, boom de deuda,€.) no iba a ser menos los productos financieros que ha comercializado el sector financiero desde hace una década. También tienen su boom. Pero lo que es más sorpresivo es que una vez estallado el famoso boom de los productos bancarios aún han tenido el valor a seguir sacando más productos y continuar colocándolos a sabiendas de que otra burbuja bastante negativa se estaba fraguando.

Por lo menos, cuando la burbuja inmobiliaria estalló, las constructoras dejaron de hacer pisos. Pero la banca no señor. Saltaron los clips, swaps, coberturas de tipos, hipotecas en yens, depósitos referenciados a acciones sin capital garantizado,€, ¿y qué decidió hacer la banca? Pues sencillamente continuar como si nada hubiera pasado, sacando al mercado participaciones preferentes, cuotas participativas, deuda necesariamente convertible en acciones al estilo Valores Santander e, incluso, sus propias acciones, como el caso de la OPS de Bankia, al salir a bolsa y colocarlas entres sus clientes se han convertido en activo tóxicos también.

Se dice que de las crisis se aprende, y en esta ocasión la banca lo único que ha aprendido es a conseguir sacar más productos dañinos, los de ´destrucción financiera masiva´ que han generado importantes quebrantos en los ahorros de sus clientes. Pero curiosamente las entidades financieras ante este continúo ´malhacer´ ¿qué han recibido y van a recibir? Un rescate de 100.000 millones de euros.

Han colocado entidades participaciones preferentes entre octogenarios analfabetos que como firma ponían su huella y me pregunto, ¿es eso ético? ¿es censurable? ¿quién va a pagar por estos atropellos? Porque viendo que las entidades financieras continúan siendo rescatadas y ayudadas, al ciudadano de a pié le surge la pregunta rápidamente, ¿responderá alguien de los desmanes realizados por la banca durante años algún día? Tristemente creo que la respuesta ya la conocéis muchos sin que entre a mayores detalles.

Y con esto no quiero extender la generalización, es decir, hay entidades que no lo han hecho mal en su conjunto aunque dentro de ellas haya ovejas negras como profesionales y viceversa, ya que no me creo que todos los empleados de una caja de ahorros intervenida se dediquen a ´timar´ a sus clientes: Pero si algo debe de primar en una sociedad para que se entienda que existe justicia, es la célebre cita de ´el que la hace la paga´ y aquí la sensación es justamente la contraria, que la acaba pagando, y varias veces, a quien se la hacen.

Cualquier sociedad solo puede prosperar si reconoce lo que ha hecho mal en el pasado y no vuelve a repetirlo. Lo mismo ocurre en las organizaciones y empresas y, por lo tanto en los bancos y cajas de ahorros. Pero no aprendieron, o mejor diría yo, aprendieron sólo lo malo, a sabiendas que el policía vigilante daba por bueno todo lo que se hacía. Aún así, el ladrón, por muy malo que sea el policía y tarde en detenerlo, es el que ha cometido el delito y tendrá que pagar por ello. Romper las reglas del juego implica impunidad total para hacer lo que a cada uno le venga en gana en cada momento.

Me da igual que sea, hoy, mañana o el mes que viene, pero todos y cada uno de los profesionales, me da igual el staff directivo al que pertenecían dentro de la banca, deberán de acabar pagando el mal que han causado a la sociedad y, por ende, el mal policía deberá de responder también de la negligencia realizada en su trabajo. No sé si lo acabarán viendo mis ojos, pero por ganas no va a quedar.