La grave ola de incendios de agosto del 2006 dejó en Galicia un intento de tolerancia cero en materia de incendios forestales. En esa línea, las fuerzas de seguridad llevan ya 52 detenidos en lo que va de 2008 por este tipo de delitos. Sin embargo, de ese más de medio centenar de personas puestas a disposición judicial, tan sólo tres lo han sido por un fuego intencionado. Así, el 95% de las detenciones tienen que ver con negligencias o descuidos a la hora de eliminar mediante quemas restos agrícolas.

La provincia de Pontevedra encabeza el ranking de detenidos este año con 19 personas, seguida de Ourense con 14, A Coruña con 10 y, en última posición, Lugo, con 9. Además, en esta última, seis lo fueron por el mismo descuido en una quema sin autorización.

De los 52 arrestados en los 75 primeros días del año, 32 lo fueron por la unidad de la policía nacional adscrita a la comunidad autónoma. El resto, 21, por los agentes de la Guardia Civil.

Los tres imputados por incendios intencionados corresponden a Ourense (Chandrexa de Queixa y Montederramo) y uno a Pontevedra. Se da la circunstancia de que a éste último (M.R.M., de 60 años), la policía autonómica de Vigo lo acusa de un incendio en A Cañiza en la ola de fuegos de agosto de 2006 que arrasó con casi mil hectáreas, poniendo en peligro varias vidas humanas. Según reveló la Consellería de Presidencia, está acusado de otros fuegos en otros años y la regeneración de los pastos son sus motivaciones.

Del resto de imputados, casi todos lo son por el escape de quemas para eliminar residuos en fincas, producto de negligencias o carencias en las medidas de seguridad que se deben adoptar a la hora de eliminar restos de podas, rastrojos o residuos propios de las actividades agrícolas.

Aunque la mayoría sí cuentan con la autorización de quema expedida por Medio Rural, alrededor de un 20% se arriesga en su actividad sin el pertinente permiso.

A finales de febrero, agentes de la policía autonómica detuvieron en el municipio lucense de Bóveda a seis operarios de una empresa de mantenimiento de las vías férreas como supuestos autores de un incendio que arrasó 1,25 hectáreas de monte raso. Los trabajadores limpiaban la línea de tren

A Coruña-Palencia cuando decidieron eliminar los rastrojos con fuego, sin el permiso y sin tomar las medidas de precaución.

Tanto Medio Rural como las fuerzas de seguridad insisten cada poco tiempo en que es necesario extremar la prudencia y cumplir la a rajatabla las medidas de seguridad, así como tener la autorización administrativa. La Conse- llería aumentó desde 2006 el control sobre las quemas y las multas por incumplir los requisitos van desde los 100 a los 300 euros.

Más medios para la lucha contraincendios esta campaña:

Aunque estos días llueva, el año está siendo seco y ello agrava el riesgo de incendios. A mediados de febrero, Medio Rural ya reforzó el servicio contraincendios con 610 trabajadores fijos discontinuos para alcanzar los 1.400. En esas fechas se presentó el dispositivo para este año, que se controlará desde el nuevo Centro de Coordinación de Incendios, que dispondrá de una gran pantalla para seguir "en tiempo real" la evolución de los incendios. Este servicio se complementa con la instalación en todos los vehículos terrestres (unos 1.200) de un sistema de localización GPS. Además, la Consellería tiene previsto terminar este año los planes de prevención para los 19 distritos forestales en que se divide Galicia. A los medios de Medio Rural, hay que sumar los alrededor de 1.500 efectivos (935 guardias civiles, 550 policías, 60 agentes del Seprona) que desplegarán las fuerzas de seguridad para disuadir a posibles incendiarios.

Cerca de 200.000 permisos de quemas en sólo seis meses:

Todos los años, el 15 de junio, coincidiendo con el inicio de la época de máximo riesgo en incendios, la Consellería de Medio Rural establece la prohibición de realizar quemas para eliminar restos agrícolas. Hasta ese momento, en los seis primeros meses del 2007, se dieron casi 200.000 permisos a particulares: 98.500 en Pontevedra, 62.600 en A Coruña, 19.300 en Ourense y 16.000 en Lugo. Para ello, aunque antes había que acudir a las dependencias de la Consellería o al Concello, que facilitaba los trámites a los vecinos, desde hace dos años basta con llamar a un número de teléfono, que funciona mañana y tarde en días laborales y sólo por la mañana en festivos y domingos. La información facilitada en ese teléfono sólo hace alusión a que se tenga a mano una manguera con agua. Nada se dice de otras medidas, como la zanja de seguridad alrededor de la quema ni la imposibilidad de abandonar el lugar sin apagar el fuego totalmente.