El 1-M habrá más papeletas que en las elecciones de 2005. Este año están llamados a las urnas 30.000 gallegos más que hace cuatro años. Pero el censo electoral no engorda con nuevos votantes residentes en Galicia, donde, por el contrario, el número de inscritos desciende. Serán las sacas del exterior las que tengan más votos que en los comicios de hace cuatro años, ya que el número de censados fuera de la comunidad se dispara cerca de un 10% respecto a la pasada convocatoria electoral. En la actualidad, hay casi tantos electores gallegos en la diáspora -335.357- como habitantes en la provincia de Ourense -336.000-.

PP y BNG manifiestan sus dudas sobre el incremento constante del el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA). Para el PSdeG, los nuevos votantes en el exterior son los hijos de emigrantes que obtuvieron la nacionalidad tras la reforma del Código Civil en 2002 y los mayores de 65 años que se inscribieron en el censo para recibir las pensiones asistenciales que el Gobierno socialista amplió durante la pasada legislatura.

La emigración a otras comunidades en los últimos años, agravada por la actual crisis, y la caída de la natalidad explican el descenso del número de electores residentes en Galicia. En la actualidad, un total de 2.311.515 gallegos están inscritos en el Censo Electoral de Residentes (CER) frente a los 2.311.776 censados en junio de 2005, es decir 219 inscritos menos. Todo lo contrario ocurre con el CERA, que ha aumentado en 30.340 electores, a un ritmo de 20 cada día, o lo que es lo mismo, 7.585 cada año. En total, de los 2.6646.872 gallegos llamados a las urnas el próximo 1-M, el 12,6% -335.357- son emigrantes, el 65% de ellos en Suramérica.

Pero la mayoría de nuevos votantes no son hijos y nietos de emigrantes. El aumento del CERA se concentra en las franjas de edad más avanzada. Mientras los emigrantes mayores de 75 años en 2005 eran 49.157, en la actualidad superan los 64.000; lo que supone un incremento del 30,2% en cuatro años. En el caso de los gallegos en el exterior con más 85 años el aumento es mayor, ya que hoy están inscritos 17.658 electores, un 52% más que hace cuatro años -11.626-. En el caso concreto de los votantes mayores de 85 años afincados en Galicia, el aumento no superó el 15%. Mientras los mayores de 65 años residentes en la comunidad apenas respresentan el 6% de los electores, los emigrantes de esta franja de edad representan casi el 40%.

PP, PSdeG y BNG coinciden a la hora de analizar las causas descenso de electores en Galicia: la escasa dinámica demográfica y la huida de jóvenes a otras comunidades en busca de empleo. Detrás del aumento del voto emigrante, populares y nacionalistas ven motivos diferentes a los expuestos por el PSOE.

Incluso al presidente del Consejo de la Ciudadanía Española en el Exterior, Francisco Ruiz, le resulta "chocante" un aumento tan elevado en el censo emigrante cuando el Gobierno se ha comprometido a depurar el CERA -eliminando a los emigrantes fallecidos, los que ya retornados, dobles inscripciones por cambio de domicilio o apellidos mal recogidos-.

Para la portavoz de Emigración del PSdeG, Marisol Soneira, la reforma de la nacionalidad de 2002 para hijos de emigrantes y las pensiones asistenciales del Gobierno y las ayudas autonómicas a los emigrantes han provocado este aumento. En el primer caso, según apunta Soneira, están los descendientes de gallegos que se dieron de alta tras la modificación del Código Civil de hace siete años. En el segundo grupo, están los mayores de 65 años que no estaban inscritos en el CERA. "Son muchos los emigrantes de edad avanzada que eran españoles de hecho pero no de derecho", argumenta Soneira en referencia a los casos de gallegos que en los últimos cuatro años se inscribieron en los consulados al conocer el aumento de pensiones aprobadas por el Gobierno socialista en la pasada legislatura. Incluso -añade- en los casos de los matrimonios mixtos integrados por un emigrante gallego, su esposa o marido procedente de otra comunidad puede trasladarse al censo exterior de Galicia. Estos cambios, según apunta, también provocan el aumento del censo en la diáspora.

De todas formas, Soneira admitió que "el CERA necesita de más recursos para ser actualizado con más periodicidad" ya que puede haber un "colchón de bajas", bien por defunción o bien por retornos, que no son actualizados por los consulados de manera inmediata por falta de medios.

Al BNG, no le convencen los argumentos de los socialistas a la hora de analizar la evolución del censo emigrante. Para el portavoz parlamentario del Bloque, Carlos Aymerich, el CERA "no está regularizado" y "se hincha a conveniencia del partido que Gobierno en Madrid o en un ayuntamiento con la única intención de manipular ese voto". "Es una reserva estratégica. Hay quien pretende tener en el CERA un salvavidas Antes el PP y ahora el PSOE", cuestiona Aymerich. Al diputado nacionalista le resulta "muy curioso" que el mayor aumento se produzca en las franjas de edad más avanzadas -en el caso de los mayores de 85 años aumenta en un 50% respecto a 2005-. "Ese es un voto fácilmente manipulable y en muchos casos -advierte- veremos se no se trata de personas ya muertas". Para Aymerich, "alguien debería estudiar por qué la emigración gallega, en especial en Suramérica, tiene una longevidad superior a la que tienen los gallegos que residen en el país".

Aunque el PP reconoce que puede haber un volumen importante de mayores de 85 años que no estaban inscritos y que ahora lo hagan para acceder a las pensiones asistenciales del Gobierno central, sospecha que algunos partidos se han movilizado para "buscar votantes hasta debajo de las piedras" por "intereses electorales". Aunque el diputado popular Antonio Rodríguez Miranda asegura que quiere "ser positivo" y pensar que "esta no es la principal causa del engorde del CERA. Sin embargo, la "alergia" demostrada por el PSOE con su reacción ante la decisión de la Junta Electoral Central de exigir a los emigrantes que acompañen su voto por correo de una copia del DNI o del pasaporte, le hace dudar de los "efectos perversos" que puede esconder este aumento del censo de la diáspora.