Los antiguos socios del bipartito vuelven a estar unidos, aunque esta vez sea por sus críticas a la Xunta de Alberto Núñez Feijóo. Seis meses de Gobierno conservador han sido suficientes, desde el punto de vista de la oposición, para desmantelar gran parte de los avances sociales conseguidos por el bipartito en los últimos cuatro años. Éste fue el mensaje que lanzaron ayer socialistas y nacionalistas, que por separado criticaron algunas de las últimas decisiones adoptadas por el Ejecutivo popular y alertaron sobre el deterioro en Galicia de derechos fundamentales como la libertad de información o lingüística.

Frente a esta estrategia de "deshacer por deshacer", el diputado nacionalista y ex vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, salió en defensa de algunos de los principales proyectos impulsados por el bipartito, paralizados ahora, denunció, por el nuevo gobierno popular. En una entrevista a RNE, se refirió así al cambio de logotipo en las Galescolas, una decisión que calificó de "horterada" con el objetivo de "tapar la incapacidad de Feijóo" de poner en marcha una "auténtica red pública de educación". Una estrategia que consideró extensible también a la paralización del decreto sobre el reparto de la energía eólica o a la revisión del plan acuícola para "desbloquear" el veto a explotar cabo Touriñán.

Las decisiones económicas del Gobierno de Feijóo también fueron ayer el blanco de las críticas del portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez. Ante cientos de militantes congregados en Moaña, el líder nacionalista tachó las políticas del PP de "extremismo ideológico" y le culpó por utilizar "viejas recetas" de "derecha" ante la crisis. "El PP no se parece a la sociedad gallega; se parece a las facciones de la sociedad extremista española", aseguró Vázquez. Tras criticar el "continuo revisionismo" de las políticas del bipartito por parte del PP, Vázquez consideró también "escandalosa" la postura de Feijóo ante negociaciones clave para el futuro de Galicia como las de la financiación autonómica o el AVE de la Meseta.

Un retroceso denunciado también por los socialistas, que interpretaron la nueva programación de la Crtvg como una "vuelta a la censura de los tiempos de Fraga". En esta línea, el portavoz socialista de la comisión parlamentaria de la Crtvg, José Luis Méndez Romeu, censuró que la nueva política de comunicación del PP revele las "intenciones más restrictivas". "Anula el único programa de debate público que hubo en la historia de la televisión, una muestra más de la política caciquil y mercenaria que mostró Feijóo desde que llegó al cargo", remachó.