-¿Expulsará a los ediles del PP de Silleda si participan en la moción de censura?

-No tengo constancia de que se vaya a presentar una moción de censura, pero si sucediese, el PP cumplirá el Pacto Antitransfuguismo. El PSOE busca una similitud con Benidorm, pero es que allí impulsa la moción la madre de la número tres del partido socialista. Nunca había pasado desde que se firmó el pacto, un pacto que fue iniciativa del Partido Popular y que necesita ser reformulado.

-¿Qué propone?

-Reformar la ley electoral, para que quien gane las elecciones, gobierne, y quien pierda se vaya a la oposición. Desde que se firmó el Pacto Antitransfuguismo, el PSOE ha recuperado ochenta alcaldías, así que no es quien para dar lecciones de ética a nadie. En Silleda, el PSdeG tiene un grave problema interno de descomposición. Salió de las urnas con seis ediles, y ahora sólo cuenta con tres. El poder local está en manos de tres concejales y diez están en la oposición, y la alcaldesa, con su altanería, complica la situación, y no es capaz de llegar a acuerdos con nadie, ni con el BNG, ni con el Bloque. Así la situación es muy difícil de aguantar, y quien sufre son los ciudadanos.

-El portavoz del PP en Silleda, José Fernández Viéitez, pone en duda que Silleda sea un caso de transfugismo, ¿está de acuerdo?

-En casos como el de Silleda, hay que buscar mecanismos para poner fin al desgobierno que se vive en el municipio. Son los compañeros de la corporación, tanto los del PP como los que ahora están fuera del Gobierno local, los que deben decidir.

-¿Y usted qué les dice?

-Que es su responsabilidad y deben decidir. La situación en Silleda es insostenible, y los compañeros deben tomar una decisión.

-¿Usted les ha advertido de que serán expulsados si siguen adelante con la moción?

-Les dije que si hacen algo de eso el PP cumplirá el Pacto Antitransfuguismo. No pueden ser afiliados, si lo incumplen.

-No es muy crítico. El presidente del PP, Mariano Rajoy, fue más enérgico al rechazarla.

-Puedo llegar a entender la situación por la que está pasando Silleda y los ediles del PP por la proximidad. La situación en Silleda es insostenible.

-Me da la impresión de que usted expulsará a desgana a los ediles del Partido Popular si apoyan la moción de censura. ¿Me equivoco?

-No hay alternativa. Tendrán que abandonar el PP, pero harán lo mejor para Silleda.

-¿Y qué es lo mejor?

-Tengo claro que Silleda necesita un gobierno estable que no tiene.

-¿Condenará la moción si ésta se consuma?

-No creo que sea yo quien deba condenar la moción, sino los ciudadanos. Si hay moción, los ciudadanos podrán comparar lo que había antes y después, y en 2011 elegir qué prefieren.

-El PSOE sostiene que usted es el cerebro de la operación, y que la moción se fraguó en reuniones en las que usted estuvo presente, ¿es cierto?

-Yo no soy un presidente ausente. Pateo la provincia de una punta a otra, y me gusta estar cerca de los ediles. En Silleda, habré mantenido cuatro o cinco reuniones en un año con el grupo municipal y la dirección local, pero igual que en otros ayuntamientos. Además estamos a año y medio de las elecciones municipales. Estoy muy conectado con las bases. Esta semana fui a tres municipios, y la semana que viene ya tengo en agenda visita a otros dos.

-¿Está usted detrás de la moción, como denuncian los socialistas?

-Los compañeros tienen total autonomía para tomar sus decisiones. Yo desde aquí muy poco o nada puedo decir.

-Pero usted es el que manda.

-El PP de Pontevedra es un equipo. Ellos me pueden consultar y nosotros a ellos. No tengo más que añadir.

-¿Ordenó parar la moción?

-Yo no ordené parar. No se trata de eso. Ellos me explican la situación de Silleda y yo les recuerdo que el PP cumple el Pacto Antitransfugismo.

-¿Barajó cambiar de lugar la romería que hoy celebra el PP en Silleda?

-En absoluto. Elegimos Silleda porque está en el corazón de Galicia y para reunir a quince mil personas es el mejor sitio. Es el PSOE quien tiene un problema en Silleda, no el PP.

-¿Acudirán los ediles de Silleda?

-¿Por qué no? Ellos irán con más razón. Están en su casa.