Dos semanas después de presentar el borrador del Plan del Litoral, que regula los usos de la costa y establece la prohibición de construir en 3.000 hectáreas de superficie clasificada como urbanizable por los ayuntamientos, la Consellería de Medio Ambiente está en una vorágine para atender las dudas de los alcaldes sobre el alcance del Plan de Ordenación del Litoral (POL). Pero en contra de lo que pudiera parecer, no hay demasiadas fricciones por la pretensión de la Xunta de vetar al ladrillo un 26% del suelo que los planes municipales tienen reservado. El problema llega porque los ayuntamientos se están encontrando con dificultades para interpretar el POL y comprender cómo les afecta. No se aclaran muy bien con los mapas ni las divisiones por zonas que establece el plan.

"No fue muy afortunada la elección de los colores de los mapas. No se acaba de entender", admite el director xeral de Sostenibilidade e Paixase, Manuel Borobio, quien en su descargo asegura que el documento es muy complejo y amplio.

Desde que se abrió la ronda de contactos con los alcaldes para que realicen sus aportaciones al POL, en forma de correcciones con información más detallada y precisa sobre el estado de sus planes de ordenación urbanística, Medio Ambiente ya ha mantenido contactos telefónicos con una treintena de concellos y cinco reuniones con los equipos redactores de los planes .

Por lo general, según asegura Borobio, "hay buena sintonía con los alcaldes" y, con alguna excepción, hay coincidencia de que se debe preservar al litoral gallego de la presión urbanística. De momento, aunque sólo se está en la fase inicial, los gobiernos locales no demandan una reducción de las zonas protegidas.

Pero esta circunstancia se debe en parte a la deficiente comprensión del Plan del Litoral y de ahí que los ayuntamientos se vuelquen en esta primera ronda de consultas en solicitar información para interpretar los planes. "A nadie se le escapa que la lectura del documento es compleja y eso desemboca en una confusión generalizada. Nos piden sobre todo explicaciones del modelo para saber como tienen que leer los mapas. Su mayor preocupación es ser capaces de interpretar el documento", sostiene el director xeral de Sostenibilidade.

Esta dificultad es la que lleva a los ayuntamientos a no poder definir en detalle cómo les afecta el POL, identificar correctamente las parcelas sujetas a las disposiciones del Plan o saber cómo deben actuar sobre las distintas clases de suelo y cuáles son sus límites.

A grandes rasgos, el POL está basado sobre un mapa con fotografías aéreas donde cada tipo de suelo y las restricciones o prohibiciones están diferenciadas por colores. La gama cromática empleada es muy amplia y a veces la tonalidad es bastante similar, a lo que se suman algunos errores en la identificación de las superficies por falta de información detallada sobre el estado de desarrollo de los planes municipales. Para ello, la Xunta trabaja a contrarreloj en una corrección del Plan del Litoral con el uso de nuevos colores que generen menos confusión. "Vamos a cambiar la gama cromática para que se pueda interpretar mejor", asegura Borobio. Será entonces cuando los 84 ayuntamientos estarán en condiciones de reclamar modificaciones de las áreas protegidas o con restricciones al urbanismo, porque podrán saber cómo les afecta el POL.

Borobio no cree que esta revisión técnica del POL fuerce a una prórroga de los dos meses de plazo dados a los ayuntamientos. Y es que el tiempo es clave, porque en mayo expira la ley que prohíbe construir en los primeros 500 metros del litoral y la pretensión de la Xunta es no prorrogar la prohibición, sino aprobar inicialmente el POL para que sus regulaciones entren ya en vigor. Para apurar al máximo el desarrollo del Plan del Litoral, unas 30 personas trabajan a diario en contacto con los ayuntamientos. Pero que el POL encuentre el camino allanado no depende sólo de la buena disposición de los gobiernos locales. La Xunta quiere implicar también a los grupos parlamentarios y por eso se acordó crear una comisión que buscará el acuerdo sobre el POL, las Directrices de Ordenación del Territorio y la reforma de la Lei do Solo.