El Arzobispado de Santiago quiere retirar el andamio instalado para la restauración del Pórtico da Gloria y ha encargado un estudio técnico para analizar cómo se puede desmontar la estructura, de manera que el monumento luzca sin los hierros que ahora lo tapan cuando el papa Benedicto XVI visite Santiago el próximo 6 de noviembre. No será, sin embargo, una operación sencilla. La piedra de la catedral está siendo monitorizada y estos trabajos no pueden interrumpirse hasta junio. A partir de ese mes podría empezar a levantarse el andamio de forma progresiva, pero los costes serían elevados. Sólo retirarlo costará aproximadamente un millón de euros. La razón es que se trata de una estructura de gran envergadura (diez metros de altura y cuatro niveles de plataforma) que ha sido diseñada en exclusiva para la rehabilitación de la entrada a la catedral. Según los técnicos consultados, "cada vez que se toca un poco el andamio ya cuesta 20.000 euros". Sólo mover una de las piezas de la estructura implica llamar a un arquitecto para que elabore un proyecto técnico.

A pesar de ello, el Arzobispado está interesado en que Benedicto XVI pueda contemplar la obra de Maestro Mateo en todo su esplendor. La decisión final, sin embargo, dependerá del estudio técnico que ha encargado, ya que es fundamental que la retirada del andamiaje no tire por tierra el trabajo de restauración adelantado ni implique un excesivo retraso en la culminación de las obras. En pocos días el Arzobispado de Santiago tiene previsto reunirse con el Cabildo catedralicio y la Fundación Pedro Barrié de la Maza, organismo que financia la restauración, para analizar las distintas opciones.

Lo que está claro, de momento, es que no se puede retirar un sólo hierro antes del mes de junio ya que se perdería el trabajo de monitorización que se está realizando. Los técnicos han colocado unos sensores que miden las fisuras y la inclinación del conjunto arquitectónico y que pueden detectar los componentes de la piedra y su reacción a la temperatura o la meteorología. Para que la monitorización sea completa debe ser continua durante las cuatro estaciones del año, y si se interrumpe el proceso, habría que volver a empezar de cero. Estos trabajos de medición terminarán el 21 de junio. A partir de esa fecha podría empezar a desmontarse el andamio por partes para no interrumpir del todo los trabajos de rehabilitación. Si se hiciera de golpe serían necesarios tres días completos para retirar la estructura.

La confirmación de que el Papa visitará Santiago el próximo 6 de noviembre ha puesto los dientes largos al alcalde de A Coruña, Javier Losada. Consciente de la "potencia mediática del líder espiritual de los católicos" y de la "repercusión" que tendría su hipotética parada en la ciudad herculina, el alcalde pidió ayer al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y al embajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez, que medien para que el Papa incluya A Coruña en su itinerario de viaje. "Si por el camino pudiese venir, mejor", confesó Losada a los periodistas.