La Xunta no renuncia al objetivo de que Galicia siga recibiendo fondos europeos más allá del año 2014. A partir de ese momento, la comunidad dejará de ser región objetivo 1 para Bruselas, algo que, en la práctica, supondrá que se cierre el grifo de las ayudas comunitarias del que Galicia se ha estado nutriendo durante años. Sólo en el periodo 2007-2013, el último durante el que la comunidad tendrá garantizados fondos europeos, Bruselas asignó a Galicia 5.330 millones de euros, 3,5 veces más que la cantidad dedicada a inversiones en los presupuestos gallegos de 2010. Para evitar perder de golpe esa importante fuente de ingresos y seguir entrando en el reparto de los fondos comunitarios, la Xunta ha diseñado una nueva estrategia en la que pretende implicar a sus vecinos portugueses.

El Gobierno gallego quiere potenciar la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) Galicia-Norte de Portugal hasta convertirla en un canal para obtener financiación comunitaria. Así se lo trasladó ayer el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, al director de Política Regional de la CE, José Palma Andrés, y a la presidenta de la Comisión de Desarrollo Regional de Estrasburgo, Danuta Hubner, con quienes se reunió en Bruselas. Tras recordar que en el nuevo escenario presupuestario de la UE Galicia tendrá que "reorientar" su estrategia para captar fondos europeos, Rueda apostó por la AECT para conseguir financiación comunitaria para proyectos relacionados con el transporte o la cogestión de servicios de ámbito transfronterizo.

La experiencia "pionera" en esta materia de Galicia y el Norte de Portugal, al impulsar la primera agrupación de cooperación territorial de toda la UE, debería darles una "ventaja competitiva", argumentó el conselleiro, a la hora de acceder a los nuevos fondos comunitarios, sobre todo los Feder. Rueda consideró que, juntas, ambas regiones tendrían más probabilidades de lograr financiación para equipamientos y servicios que planteen de forma conjunta, como por ejemplo centros sanitarios transfronterizos, programas de aprovechamiento energético de residuos o equipos de protección civil o antiincendios.

Ésta no será la única baza que jugará la Xunta para asegurarse de que no se queda fuera del nuevo reparto de los fondos europeos. Hace ya varios meses el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció contactos con otras regiones europeas en una situación similar a la de Galicia para formar una alianza y presionar a la UE para conseguir un "aterrizaje suave" a partir de 2014. A este lobby liderado por la comunidad gallega se han sumado por el momento otras 16 regiones de países como Alemania, Polonia o Reino Unido. Su objetivo común es conseguir que Bruselas acepte fijar una fase de transición y reducir progresivamente las ayudas al concluir el actual periodo presupuestario en lugar de cerrar de golpe el grifo de los fondos de cohesión, una partida reservada para ayudar a las regiones más pobres de Europa a converger económicamente con la media comunitaria.

La ampliación de la UE, que obliga a repartir el presupuesto entre más países y ha rebajado el PIB medio de los Estados miembros, unida al crecimiento económico experimentado por Galicia en los últimos años explican por qué se quedará fuera de las regiones objetivo de convergencia en el periodo 2014-2020. El límite que marca Europa para seguir dentro de este grupo es no alcanzar el 75% del PIB medio comunitario, una barrera que la comunidad gallega ya ha superado con creces, al estar actualmente en el 88% del PIB europeo.

La dependencia gallega de las ayudas europeas en los últimos años, que se han utilizado para financiar infraestructuras cruciales para Galicia e importantes proyectos medioambientales, justifica el temor de la Xunta a perder de golpe esa inyección millonaria. Por eso, el conselleiro de Presidencia consideró de "vital importancia" para Galicia el futuro de la política regional de la UE y reiteró la petición ante la CE de que asigne una ayuda transitoria para las regiones que dejen de ser objetivo de convergencia por primera vez en 2013.

La Xunta ultima la visita de los eurodiputados de la comisión de Cultura a Santiago este mes

Barcelona le robó a Santiago la oportunidad de acoger una cumbre de ministros de Cultura durante la Presidencia española de la UE. La capital gallega, sin embargo, podría albergar un encuentro con todos los eurodiputados del ramo a finales de este mismo mes. Así lo anunció ayer el titular de Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, que mantuvo un encuentro con eurodiputados españoles en Bruselas para ultimar los detalles de la visita de los miembros de la Comisión de Cultura de Estrasburgo a Santiago del 28 al 30 de abril. La visita, según informó la Xunta en un comunicado, se enmarcaría dentro del Año Xacobeo, un acontecimiento, recuerda, de "extraordinaria relevancia para la capital gallega y para toda la comunidad autónoma en general".

La Comisión de Cultura del Parlamento Europeo, presidida por la eurodiputada alemana Doris Pack y compuesta por más de 30 eurodiputados, visita anualmente las capitales europeas de la cultura -este año Essen (Alemania), Pecs (Hungría) y Estambul (Turquía)-, así como una ciudad del país que asume la Presidencia europea de turno, en este caso España.

Concretamente, según la información facilitada ayer por la Xunta, el viaje se realizaría a Santiago, donde además de actividades culturales, se prevé la celebración de un debate y un encuentro con responsables políticos gallegos. En el marco de sus encuentros, el conselleiro de Presidencia destacó la importancia de que se apruebe el intergrupo Caminos de Santiago en la Cámara europea, que promoverá las distintas rutas xacobeas bajo la presidencia y el impulso del eurodiputado gallego Francisco Millán Mon.