Medio centenar de personas del Arzobispado han trabajado hasta ahora en la organización del viaje papal, aunque su número se incrementará. Todos están bajo la supervisión de Salvador Domato, el coordinador general de la visita, quien ofreció detalles sobre cómo será el altar desde el que el Sumo Pontífice presidirá la eucaristía del Obradoiro. Las autoridades eclesiásticas han decidido curarse en salud y, pensando en el mal tiempo, han diseñado un altar cubierto que se elevará a ocho metros del suelo, en la esquina del Pazo de Raxoi con el edificio del Rectorado de la Universidade de Santiago. El Ayuntamiento ha cedido áreas del Pazo de Raxoi para que Su Santidad y los obispos puedan utilizarlas como sacristías, para vestirse.

El Papa llegará hasta el altar desde el otro extremo de la plaza, a través de una línea recta diagonal. "La capacidad de la plaza no permite hacer zigzag para que se acerque a a la gente", explica Domato. Además, el aforo se ve reducido porque "las zonas de evacuación y el acceso del Papa" exigen "más ancho del que nos gustaría". Durante la eucaristía, la Real Filarmonía de Galicia y el coro de la catedral interpretarán una misa de Mozart, " cantos populares", el Himno del Apóstol y una obra creada para el evento.