Las cuentas de los concellos están en números rojos. La crisis del ladrillo, la caída de la participación en los ingresos del Estado y la devolución de la deuda pendiente de 2008 agrava la situación de asfixia financiera que arrastran desde el año pasado los ayuntamientos gallegos. La voz de alarma la dieron en las dos últimas semanas una veintena de municipios que, según advierten, en cuestión de dos meses no tendrán liquidez para hacer frente a las nóminas, el primer gasto al que los consistorios deben atender. Tal es el nivel de endeudamiento que el 6% de los consistorios de la comunidad ya ni podrán hacer frente a los salarios a partir de otoño.

"Tratan de ajustar por todos los lados, pero la situación es caótica y son cada vez más los concellos que están en una situación económica precaria", alertó ayer el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), el socialista Carlos Fernández. "Hasta ahora -añadió- han ido pagando como podían, pero que en un par de meses no tendrán liquidez para hacer frente a esos pagos". Aunque eludió citar los concellos más endeudados, apuntó que nada tiene que ver la distribución territorial ni el tamaño del municipio.

Esta falta de liquidez alcanza a municipios de las cuatro provincias, con al menos cinco concellos en cada una y que en tan sólo dos meses no estarán en condiciones de pagar a sus proveedores y tampoco a sus empleados. La "precariedad está extendida por los concellos de toda la comunidad", alertó el presidente de la Fegamp, también alcalde de Ames.

Deuda

Una situación que, según advirtió, se verá afectada por la devolución que el Gobierno central exige a los ayuntamientos -22,3 millones de euros en el casos de las ciudades gallegas- por haber recibido ingresos de más en 2008. El Concello de Vigo tiene la factura más abultada de la comunidad con 6,7 millones de euros, y le sigue el Ayuntamiento de A Coruña con 5,9 millones. Ourense ocupa la tercera posición con 2,4 millones que le tocará devolver y Pontevedra, 1,7 millones.

Para evitar que la lista de municipios al borde de la quiebra técnica engorde más, los ayuntamientos -como ha hecho la Xunta con el pago de la deuda de 2.600 millones- han pedido al Ministerio de Economía que la devolución de las liquidaciones de los anticipos a cuenta correspondientes al ejercicio 2008 comiencen a devolverlos en 2012 y no a partir del 1 de enero de 2011, como está previsto inicialmente.

Aunque la práctica totalidad de los concellos gallegos están en condiciones de atender el primer gasto -el de las nóminas-, más de medio centenar, según alerta el presidente de la Fegamp, tiene dificultades para tener al día las facturas de la luz, el teléfono e incluso el pago a sus proveedores. Y como en el caso de los municipios con falta de liquidez para pagar los sueldos, los concellos con facturas pendientes por un plazo superior a los seis meses -cuando la media es de entre 60 y 180 días- no responden a un "perfil". "Ni por provincias o tamaño, ni por presupuesto que manejan", insistió el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias.

Pero lo que sí tienen todos en común es la receta para poner fin a esta situación: recortar gastos. Y eso es lo que están haciendo. "Achican por todos los lados, pero la situación se agrava día tras día", alertó Carlos Fernández, que ya hace meses calificó la contabilidad municipal de "economía de guerra".