El BNG presentará ante el Parlamento gallego una petición para que las autoridades elaboren un estudio del impacto en la salud de profesionales y voluntarios que limpiaron el chapapote de la marea negra generada en 2002 tras el hundimiento del petrolero Prestige a unas 200 millas de la costa gallega. Los nacionalistas también reclamarán una eventual compensación económica para aquellos voluntarios que padezcan secuelas como consecuencia de las labores realizadas.

En un comunicado difundido ayer, la formación nacionalista subraya el resultado de un estudio divulgado a principios de esta semana por la revista estadounidense Annals of Internal Medicine y que concluye con la hipótesis de que las personas que participaron en la limpieza de las costas estuvieron expuestas a sufrir síntomas respiratorios persistentes, lesiones en las vías respiratorias y daño cromosómico.

El diputado del BNG Bieito Lobeira sugiere en dicho comunicado la necesidad de elaborar un estudio para "determinar las secuelas físicas" sufridas por todos los profesionales y voluntarios que participaron en las labores de limpieza, así como "articular compensaciones económicas para aquellas que resultaron afectadas por la exposición a la marea negra" del Prestige, según informa Efe.

Según la revista, un 8% de las personas que ayudaron en la limpieza del vertido derramado sufre síntomas similares a la bronquitis crónica y alteraciones cromosómicas, parecidas a las producidas por los trabajos relacionados con sustancias tóxicas. El jefe de Neumología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), Héctor Verea, es uno de los participantes en este estudio y ha señalado que los afectados deben llevar hábitos de vida saludables, de forma más intensa que una persona que no los padece. "Deben abandonar el hábito de fumar, beber alcohol de forma moderada y no ingerir grasas saturadas".

Para este estudio, que se dio a conocer la semana pasada, y del que se anuncia una continuación, se han analizado unos 700 marineros. Un grupo de 500 de la Cofradía da Costa da Morte, más expuestos al chapapote, y 200 de la de Lugo, con menor incidencia.