El PP de Galicia encendió ayer motores para afrontar las elecciones municipales del próximo año. Toda la cúpula del PP, sin presencia de nadie de Madrid ni de Manuel Fraga, congregó en el recinto ferial de Silleda a unos 12.000 militantes. Todos los mensajes tuvieron una evidente sintonía electoral y un claro objetivo: mantenerse unidos y ganar por el máximo de votos para vencer a socialistas y nacionalistas y evitar las coaliciones entre ambos. Y de paso, si llega la victoria, allanar el camino a Mariano Rajoy para las generales y meter una estocada a Zapatero. Cree el PP que su victoria no solo servirá para arrinconar los "bipartitos" -en referencia a los pactos entre PSOE y BNG-, sino también para vencer a la división, la crisis y el paro que ahora representa el Gobierno central.

Y para acelerar el camino de la recuperación económica, social y política, el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, planteó al PSOE que anticipe las elecciones. "Esta es nuestra propuesta, que los socialistas dejen de trabajar dos años antes y que convoquen las elecciones para que podamos decidir", reclamó Feijóo en la romería mitin tras censurar que por no reconocer la crisis con antelación ahora la edad de jubilación se tenga que retrasar dos años.

Esta fiesta, dijo, es para los populares gallegos como la de Rodiezmo (León) para el PSOE, a la que este año no acudió Rodríguez Zapatero "porque cambió por una huelga general". Esta dardo le sirvió para declarar que en Galicia también hay 315 Rodiezmos -por los 315 concellos- y que a todos ellos los "evitó" este durante año y medio Zapatero al no acudir ni una sola vez a Galicia. Añadió, en tono irónico, que comprendía al presidente del Gobierno porque tendría que "desdecirse" de todo lo que había anunciado y confirmar que las pensiones están cuestión, que se bajan los salarios o que España es ahora la "campeona en paro" de toda Europa. "Yo tampoco acudiría si tuviera que desmentir todo lo que dije hace un año", censuró.

Entre los motivos por los que Zapatero "olvidó" Galicia, Feijóo citó la falta de soluciones para el conflicto de la leche, para la gente del mar y para el carbón, además de "no dar ni un duro" para la celebración del Xacobeo.

El líder del PP de Galicia conjugó en su discurso las críticas a Zapatero por meter al país en la crisis y su "deficiente gestión", que le lleva a "subastar el interés general" de los españoles a cambio de los votos del PNV a los Presupuestos del Estado y reclamar a Galicia una deuda de 2.600 millones, con una llamada a la unidad en las filas del PP para afrontar las elecciones municipales y marcar el camino "que debe seguir el resto de España", una senda caracterizada por la austeridad, la gestión, la capacidad y la austeridad.

Feijóo volvió a insistir en los tres principales logros de su gobierno este año, la fusión de las cajas de ahorro frente a la "discriminación socialista y el teatrillo local socialista", el diálogo social pactado con la patronal y los sindicatos y la organización del año Xacobeo.

Y en un escenario de restricciones presupuestarias, Feijóo destacó que Galicia pagará sus facturas en tiempo, no gastará más que lo que ingresa, blindará los servicios públicos esencial y cumplirá con los compromisos en autovías, carreteras e infraestructuras sanitarias y de educación.

Antes de que las palabras de Núñez Feijóo diesen por clausurado el acto con los militantes, su número dos, Alfonso Rueda, demandó a los militantes "un enorme esfuerzo" de cara a las loca- les con el fin de que, después de los comicios, "no haya un sólo gobierno bipartito, tripartito o penta- partito" en la comunidad porque "ya se sabe los resultados que dan".

Una hora antes de que el PP iniciara su acto, el secretario de Organización del PSdeG, Pablo García, se desplazó precisamente a Silleda para instar a Núñez Feijóo a "ser claro" sobre si su partido incorporará o no tránsfugas en las candidaturas municipales, al tiempo que dejó claro que el PSOE cumplirá el pacto antitransfuguismo.

Las miradas están puestas en Agustín Navarro, el tránsfuga declarado que los socialistas han puesto al frente de la lista en Benidorm, pero cuya decisión debe ser ratificada o revocada aún por la ejecutiva federal, algo que se podría decidir mañana. Si se respalda a Navarro, el PP entendería roto el pacto y con libertad para incorporar a tránsfugas en sus candidaturas. Así que los populares gallegos esperan la decisión para tomar una determinación.

Pero en su romería de Silleda, sólo el presidente del PP de Pontevedra, Rafael Louzán, se atrevió a responder a Pablo García, a quien dijo que son los socialistas, con personas como Agustín Navarro, los que se benefician de las mociones de censura. En esta línea, reclamó una reforma electoral para que se garantice el gobierno local al partido que saque más votos.

"La primera moción de censura se produce cuando los que pierden impiden gobernar a los que han ganado", dijo Louzán, quien puso como ejemplo "de una verdadera moción de censura" el Concello de Pontevedra, donde rigen siete ediles del BNG mientras los doce del PP están en la oposición.

Al igual que Louzán, los presidentes del PP en A Coruña, Carlos Negreira; Lugo, José Manuel Barreiro; y Ourense, José Manuel Baltar Blanco, ratificaron el compromiso de los suyos con el partido de cara a las próximas elecciones municipales, al tiempo que tuvieron palabras de recuerdo para los grandes ausentes: su líder nacional, Mariano Rajoy, que no acudió al evento por cuestiones de agenda, y el ex presidente Manuel Fraga. Pero el único que se acordó de Ana Kiro, recién fallecida, fue Feijóo, que arrancó la más emotiva ovación de la jornada.

En este escenario, Negreira auguró que quedan "239 días" para el "segundo gran cambio en Galicia", esta vez en el ámbito local, y ha erigido el PP de Galicia en un partido "de futuro", donde hay espacio "para la utopía y el inconformismo".

Para esta romería, el Partido Popular de Galicia ha recuperado los fastos de antaño, pero fueron los militantes los que se pagaron el plato (20 euros) por empanada, pulpo y carne ao caldeiro, el menú tradicional.