"Durísimo" y "complicado". Con estas palabras resumieron empresarios y sindicatos el escenario económico que se prevé para 2011 después de que la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, les explicase que los ingresos previstos en los próximos presupuestos autonómicos caerán un 11%, 1.200 millones de euros, a los que habrá que sumar ahora los 243 millones que el Gobierno central no quiere adelantar a Galicia.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Fontenla, tildó el doble recorte -del Gobierno central y de la Xunta- de "doloroso y lamentable". La patronal coincidió con UGT y Comisiones Obreras -la CIG no acudió ayer a la reunión por problemas de agenda- en que estas restricciones presupuestarias certifican que "no se va a crear empleo" durante el próximo año.

La conselleira de Facenda convocó ayer por primera vez, no solo a patronal y sindicatos, sino también a los portavoces de los tres grupos políticos, para exponerles las líneas básicas de los Presupuestos de Galicia para 2011. De momento, solo les ha trasladado los ingresos con los que contará la comunidad autónoma el próximo año, pero no cómo los va a gastar. "Nos ha dibujado un escenario catastrofista", aseguró el responsable de Empleo de UGT, Domingo Barros.

La conselleira les explicó que el recorte de casi 1.500 millones de euros procedentes del Estado "pone en riesgo los servicios públicos esenciales", aunque matizó que la Xunta "hará todo lo posible" por mantenerlos. El problema, según aclaró, es que faltan unos 300 millones de euros para cubrir los gastos que requiere la prestación de servicios como la sanidad, la educación y la dependencia. En concreto, advirtió que en los Presupuestos Generales del Estado ya no hay partidas para financiar la gratuidad de los libros de texto y que se han rebajado entre un cinco y un nueve por ciento los fondos para aplicar la Ley de Dependencia.

Fontenla se mostró "muy preocupado" por la caída presupuestaria ya que esto conlleva una reducción de la inversión pública en un momento en el que la privada también ha experimentado una fuerte reducción. A este escenario el presidente de la patronal añadió la subida del IVA y "que no se hicieron una serie de reformas que se tienen que hacer".

En su opinión, para combatir la crisis sería necesario "disponer de una mayor cantidad de inversión pública" para generar empleo, algo que, sin embargo, no prevén los presupuestos autonómicos que, según dijo, serán "muy bajos". Los sindicatos reclamaron a la Xunta que "ejerza su acción de gobierno", a pesar de los recortes estatales, y "ejecute y administre los recursos". Según explicaron, es fundamental que no se vean mermadas "ni las políticas sociales, ni la inversión, ni las políticas de empleo".

Las centrales criticaron además que solo les informasen de los ingresos que recogen los futuros presupuestos autonómicos y no de los gastos. "Es una estrategia. Repiten tanto que no disponen de fondos para convertirse en unas víctimas y poner así la venda antes de la herida", señaló Domingo Barros, de UGT.

Entre los partidos, el PP coincidió con la conselleira en reprobar los "incumplimientos" del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y tachó de "incomprensible" la actitud de los socialistas, quienes tildaron la reunión con la conselleira de Facenda de "decepcionante".

Según el portavoz del grupo socialista, Xaquín Fernández Leiceaga, los argumentos de Marta Fernández Currás responden a "una batalla contra el Gobierno central. "La Xunta no ha hecho los deberes en la política de austeridad", denunció. El PSdeG propone aumentar los ingresos subiendo el IRPF a las rentas más alta y combatir el fraude fiscal.