Los tres partidos gallegos repitieron su apoyo unánime a una moción antitransfuguismo en medio de reproches continuos. PP, PSdeG y BNG acordaron solicitar a la Xunta medidas para tratar de erradicar esta práctica que consideran una "vergüenza" y una "burla" a la voluntad ciudadana.

Al igual que el mismo día del año pasado, aprobaron por unanimidad una proposición no de ley para exigir a la Xunta que mueva ficha para frenar una práctica política que provocó cambio de gobierno en los ayuntamientos de Mos, Calvos de Randín, Folgoso do Courel, Abegondo, Silleda, Pobra de Trives o Gondomar, algunos de los casos sonados de transfuguismo desde las municipales celebradas en 2007.

Los partidos reclaman la elaboración de una lista de ediles declarados tránsfugas por la mesa del Pacto Antitranfuguismo y de un informe sobre las posibilidades legales para limitar estas acciones y enviarlo al Parlamento para su estudio. También le piden que evite y supervise que los tránsfugas no gocen de las "plusvalías" asociadas a su cambio de bandos y evitar así que se comercie con cargos públicos basándose en interese personales. También le exigen rechazar la vulneración del Pacto Antitransfuguismo suscrito en 1998.

Las demandas son similares a las del año pasado. El tono del debate también lo fue. El consenso se limitó a la hora de la votación y el enfrentamiento marcó el debate de la propuesta socialista. PSdeG y BNG se unieron en sus acusaciones al PP de ser el único instigador y beneficiado de las mociones, recordando el célebre Qui prodest? (¿A quién beneficia?) citado por el nacionalista Alfredo Suárez Canal. Por su parte, los populares recordaron el tripartito de González Laxe, socialista que alcanzó la presidencia de la Xunta "con el apoyo de un tránsfuga", en alusión a Xosé Luís Barreiro Rivas, y trató de acorralar a los socialistas recordándose los casos de Benidorm o Chiclana, donde se han beneficiado, escociendo el primero por afectar a la madre de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE.

Apoyado en estos argumentos, el popular Antonio Rodríguez Miranda invitó a los socialistas a "mirar para su propia casa antes de criminalizar a los demás" y aprovechó para reclamar de nuevo que gobierne el partido más votado. "Verían cómo se acaban los casos de transfuguismo", aseguró.

La oposición bramó contra las filas populares. La socialista Mar Barcón, que defendió la iniciativa, recordó la paradoja del año pasado, cuando la votación de la iniciativa contra el transfuguismo coincidió con el pleno de Folgoso de Courel en que se cambió el gobierno municipal.

"Todas las acciones de los tránsfugas en Galicia beneficiaron al PP" y sus dirigentes, "especialmente Rafael Louzán", denunció Barcón, en alusión al presidente provincial de Pontevedra de los populares. A él dirigió para de sus dardos porque "viene diciendo desde hace un año y medio que los tránsfugas irán en las listas municipales le pese a quien le pese", a pesar de que el Pacto Antitransfuguismo obliga a no cobijarlos.

La briosa intervención de Suárez Canal del año pasado fue sustituida este año por el recordatorio de que era la séptima vez desde que era diputado del BNG en que acudía al tribuna para criticar el transfuguismo. "Los hay porque una parte del PP lo quiere", dijo antes de reconocer su "escasísima convicción" de que la iniciativa sirviese para achicar el espacio público a los tránsfugas.