A los seis meses de aprobarse la última reforma de la Lei do Solo, la Consellería de Medio Ambiente introducirá nuevos cambios, pero a través de la ley de acompañamiento de los presupuestos. Esta modificación permitirá la construcción de parques industriales, diversas infraestructuras y la dotación de servicios en suelo rústico y forestal de especial protección. Además, para todos los usos autorizados, se elimina la cláusula, vigente ahora, que obliga a que todas las actuaciones no impliquen la transformación urbanística del territorio no la lesión de los valores medioambientales.

Esta reforma marcó buena parte del debate en comisión parlamentaria en la que el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, explicó los presupuestos de su departamento para el próximo año. El cambio fue muy reprochado por la oposición, que acusó a la Xunta de emprender una nueva reforma "por la puerta de atrás" -ya que se hace a través de la ley de presupuestos y no en una específica- que da vía libre a la especulación y al destrozo del territorio. "Es un auténtico escándalo", sentenció la diputada socialista Mar Barcón.

El conselleiro explicó que con la modificación se trata de facilitar el desarrollo de parques industriales y sus dotaciones de servicio en suelo rústico y forestal, ya que actualmente resulta muy difícil encontrar un espacio en el rural libre de protección. En todo caso aseguró que solo se autorizarán instalaciones de manera excepcional, que resulte de utilidad pública o de interés social y que además, para preservar la conservación ambiental se exigirá un informe previo de la Xunta.

"Me gustaría que le dijese a los parados de Galicia en estos momentos de crisis que no podemos implantar una instalación de manera excepcional en suelo rústico", le espetó Agustín Hernández a la oposición.

Pero aunque el conselleiro de Medio Ambiente únicamente se refirió a la posibilidad de levantar parques industriales o grandes empresas, Mar Barcón sostuvo que tal como se propone la reforma se podían construir también otras infraestructuras, como áreas de servicio o carreteras.

A su juicio, el Gobierno trata de autorizar cualquier uso de los terrenos rústicos recurriendo, "de forma perversa", a la calificación de utilidad pública. Y la prueba de que la Xunta esconde algo, es que solo fue a raíz de las preguntas de la oposición cuando el conselleiro admitió lo cambios en la Lei do Solo.

Para la nacionalista Teresa Táboas, la Xunta intentó "colar" ahora la reforma porque no se "atrevió" a hacerlo durante la última modificación "dado que favorece la especulación y el destrozo el territorio".

El debate sobre los presupuestos volvió a repetir el esquema del discurso desde que se aprobaron por el Consello de la Xunta. El conselleiro los calificó como "realistas" y los "mejores posibles" en un escenario marcado por las restricciones económicas, de la que echó parte de culpa al Gobierno central.

Teresa Táboas lo tachó de "farsa" y citó como ejemplo la previsión -en el caso de Medio Ambiente- de recurrir a la empresa privada para financiar infraestructuras por 128 millones, cuando en lo que va de año ni si siquiera se llegó al 10% del objetivo marcado para este año.

El conselleiro no rebatió los datos, pero sí aseguró que aprovechará al máximo esta fórmula para evitar la caída de las inversiones y continuar con la obra pública.