Vigo era una ciudad clave para la red colombiana que más contenedores con cocaína introducía en España y que acaba de ser desarticulada en una macrooperación policial que se saldó con 65 detenidos, 23 de ellos en Galicia. Y no solo porque el puerto gallego era una de las principales vías de entrada de la droga para su posterior distribución en el país, sino también porque el cabecilla de la organización, el mexicano Nicolás Rivera -la lideraba junto a un ciudadano colombiano también apresado-, realizaba frecuentes viajes a Vigo para controlar de primera mano los transportes de droga.

Otra parada de sus viajes a Galicia era Ourense, donde se ubica el establecimiento de venta de vehículos presuntamente implicado con el grupo, en este caso en la vertiente del supuesto blanqueo de capitales: el mexicano, que hacía gala de un ostentoso nivel de vida, habría adquirido en este negocio media docena vehículos de alta gama cuyo valor total superaría el millón de euros. Por ejemplo, uno de ellos, un lujoso Ferrari, rondaría los 300.000 euros.

Nico, junto al ciudadano colombiano, era lugarteniente en España de Daniel Barrera, el loco Barrera, uno de los mayores capos del mundo. Asentado en Madrid, el lujoso tren de vida del mexicano no pasó inadvertido para los investigadores: su presupuesto para gastos diarios rondaba los 2.000 euros.

Desde la capital de España se trasladó con frecuencia a Vigo, donde podría haber llegado a alquilar un piso. Lo hacía para realizar un seguimiento directo de los transportes de cocaína, ya que era al puerto de la ciudad olívica a donde llegaba, en contenedores, la mayoría de la droga que esta potente y activa organización enviaba desde Suramérica. Otra de las vías de entrada del estupefaciente era el puerto de Barcelona, donde se llegaron a incautar 200 kilos de cocaína.

La ciudad viguesa no era, sin embargo, el único destino que le interesaba en Galicia. Ourense era otra de sus paradas, ya que aquí se sitúa el establecimiento de venta de vehículos Santa Rita que los investigadores vinculan a la red, en este caso por supuesto blanqueo: en este negocio y en otros concesionarios se recibían presuntamente grandes sumas de dinero en efectivo a cambio de coches que figuraban a nombre de testaferros. El mexicano habría adquirido en este local media docena de vehículos de alta gama que ahora, tras la desarticulación de la red, han pasado a formar parte del numeroso material incautado en el transcurso del operativo: los agentes intervinieron 65 turismos de alta gama, seis embarcaciones deportivas y 5,5 millones de euros, además de 3.400 kilos de cocaína en Argentina y Brasil y otros 200 en Barcelona.

En Galicia fueron 23 los detenidos, entre ellos el empresario de Mos David Temes o la estradense Flora Chao -y no Cao como salió publicado en la edición del sábado por un error tipográfico-. Y es que la red colombiana contaba con apoyos en la comunidad gallega en varias vertientes: se les proporcionaba infraestructura empresarial de importaciones y exportaciones para dar cobertura a los transportes trasoceánicos de droga y por otro lado un grupo de narcos gallegos se encargaba de la distribución y entrega de la droga una vez ésta llegaba a tierra. Y también tenían respaldo para el blanqueo, como es el caso del concesionario ourensano presuntamente implicado.

Los cabecillas de la red colombiana eran los lugartenientes en España de Daniel Barrera, alias el loco Barrera, uno de los mayores capos del mundo. Y no es la primera vez que la organización encabezada por este narcotraficente, uno de los cuatro más buscados por las policías de Colombia y EEUU, sufre un revés de estas características: el pasado mes de junio cayó en Bogotá otro de sus mano derecha, Germán Gonzalo Sánchez Rey, el Coletas, considerado hasta entonces el principal enlace de la red que dirige Barrera con los narcos gallegos. De hecho, está pendiente de ser extraditado a España para ser juzgado por la operación Destello, que sienta en el banquillo de la Audiencia Nacional a seis clanes de Galicia, algunas de familias históricas como los Charlines, Baúlos o Viriato. La Destello permitió desarticular en 2007 la organización de narcotráfico más importante de España liderada por el colombiano Jorge Isaac Velez: se trata del transporte de 8.000 kilos de coca en dos viajes realizados por el yate Zenith que sembraron de fardos la costa gallega en 2006 tras la persecución marítima a la que les sometió el patrullero Petrel del Servicio de Vigilancia Aduanera.