El binomio alcohol y conducción sigue estando detrás de un buen número de accidentes de tráfico en Galicia. Ni las múltiples campañas publicitarias ni el temor a la pérdida de puntos o del carné parecen capaces de cambiar una realidad que, aún así, no afecta en la misma medida a todos los estratos de conductores. En contra de lo que pudiera parecer, son los pilotos mayores y más experimentados los que protagonizan el mayor número de accidentes provocados por el alcohol hasta el punto de que dos de cada tres víctimas mortales de entre 51 y 60 años iban en estado de embriaguez.

Así lo declaró ayer el director del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), Benito López de Abajo, que apeló a los datos recabados por este organismo entre los años 2007 y 2008 para alertar de que el alcohol es "un factor criminógeno", ya que está presente en "un 31,4%" de las muertes violentas y llega a alcanzar el 75% en los casos de homicidio.

Sus consecuencias cuando se combina con la conducción de un vehículo no están, según explicó el forense en la Comisión de Seguridad Vial del Parlamento, muy lejos de estas cifras. Los datos recabados por el Imelga en las autopsias a víctimas de tráfico constatan que "un 33,6%" de los fallecidos presentaban una tasa de alcoholemia superior a la permitida y, mayoritariamente, iban en coche.

"Contrariamente" a lo que cabría esperar, destacó López de Abajo, las tasas más altas de alcohol no se registran entre los jóvenes, sino que son las personas de entre 31 y 60 años las que concentran el 58% de los casos.

En este sentido, el director del Imelga explicó que "dos de cada tres" fallecidos en Galicia de entre 51 y 60 años se encontraban bajo la influencia del alcohol; mientras que esta tasa cae hasta "uno de cada tres" en el caso de los jóvenes de entre 21 y 30 años y a "menos de uno de cada diez" en la franja de conductores que va de 18 a 21 años.

El caso gallego, con todo, no supone una excepción en España y ni siquiera en el resto de Europa. Preguntado por los diputados a este respecto, López de Abajo explicó que la tasa "normal" de alcoholemias positivas en accidentes de tráfico está entre el 32% y el 35% en España, por lo que dedujo que la de Galicia -33,6%- "no es tan alta". Andalucía, por ejemplo, está "un poco por encima" y otros países europeos, "por su idiosincrasia alcohólica", también.

En el caso gallego preocupa no solo el consumo de alcohol al volante sino la cantidad que se ingiere. El director del Imelga explicó que el 68% de las alcoholemias positivas estudiadas alcanzarían la categoría de delito. "Es una situación de conducción altamente peligrosa", alertó López de Abajo tras apuntar que una persona que conduce con una tasa de alcohol en sangre por encima del límite legal corre "153 veces más posibilidades de tener un accidente".

En los casos más extremos -uno de cada 100- la víctima superaba la barrera de los tres gramos de alcohol por litro de sangre, una tasa que conllevaría "entrar en coma". "Muestra la gran tolerancia al alcohol en la sociedad", subrayó el forense que, a modo de ejemplo, citó el caso de "una chica en una motocicleta de gran cilindrada" que alcanzó los 3,7 gramos.

Por provincias, Ourense registró el mayor número de muertes bajo la influencia del alcohol, seguida por Pontevedra, A Coruña y Lugo. En cuanto a las drogas, López de Abajo precisó que un 8,05% dieron positivo y destacó "dos picos": entre los 21 y los 40 años, y entre los 51 y los 60, vinculado en este caso al consumo de fármacos.

En lo que respecta a las lesiones, explicó que, cuando las tasas de alcohol son demasiado elevadas, los accidentes suelen ser mortales debido a que la "desinhibición" que provoca el consumo tiene como resultado siniestros "salvajes" y "violentos". En el resto, López de Abajo reconoció que a los forenses se les presenta "un problema" ligado a aquellas personas a las que deben "convencer de que no tienen lo que dicen que tienen". "A veces se nos presentan situaciones violentas", señaló López de Abajo, que vincula estos casos con la crisis ante la mayor necesidad de indemnizaciones de algunas personas.

Entre las lesiones leves "más frecuentes" destacó el latigazo cervical y por lo que respecta a las graves, las tetraplejias y los traumatismos craneoencefálicos.

Por otra parte, el decano del Colexio de Xornalistas de Galicia, Xosé Manuel Pereiro, criticó que los medios se limiten a ser soporte de "malas noticias" y "campañas" de concienciación pero no tengan una labor "formativa sino deformativa".