Aunque diciembre todavía no ha tocado a su fin, ya se ha convertido en el mes del año más trágico en las carreteras gallegas. La muerte este pasado de fin de semana de dos jóvenes en Vilalba (Lugo) eleva ya a 19 el número de fallecidos registrados desde el pasado día 1, convirtiéndose así en la cifra más alta de todo 2010. Así lo confirmó ayer Pedro Pastor, jefe de Tráfico de A Coruña y coordinador de los centros territoriales de Galicia. "El tiempo en esta época dificulta la circulación", reconoció Pastor, al tiempo que recordó que en estas circunstancias los conductores deben adecuar sus conductas al volante "al estado de la vía y a las condiciones meteorológicas".

Entre los numerosos siniestros de este mes de diciembre, además del que causó la muerte a los dos jóvenes en Vilalba, destaca el de los chicos fallecidos en la A-6 en Cambre o el accidente mortal de la pasada semana que colapsó el tráfico en la AP-9 y en el centro de Santiago.

Los meses más negros de este año en cuanto a número de accidentes mortales fueron junio, agosto y noviembre, con 18 siniestros con fallecidos en cada uno de esos meses. Pero no en todos esos meses se produjo un aumento de fallecidos respecto al mismo periodo del año anterior. A lo largo de este año, la tendencia a la baja en la accidentalidad viaria se rompió en abril, junio, octubre y noviembre.

Sobre el accidente de Vilalba, en el que los fallecidos eran pareja y dejan dos hijos pequeños, el atestado de la Guardia Civil apunta a que la causa de que el turismo se estrellara contra un establo fue la velocidad inadecuada. El conductor, herido leve, fue sometido a una prueba de alcoholemia que se conocerá en 15 días.