De madrugada, con artefactos caseros y otra vez contra una sede socialista. Betanzos amaneció ayer sobresaltada tras trascender que las oficinas del PSdeG habían sido atacadas con dos cócteles molotov que ocasionaron cuantiosos daños materiales pero no hirieron a nadie. Miembros del equipo de explosivos de la Guardia Civil analizaron ayer la composición de las bombas, dos artefactos incendiarios caseros que, a primera vista, guardan similitudes con los que se utilizaron en otros ataques perpetrados en 2010. A la espera de que los análisis revelen si se trata del mismo material, fuentes de la investigación aseguran que todo apunta a que la autoría corresponde a "radicales independentistas" y a que los últimos ataques contra sedes políticas e institucionales "están relacionados entre sí".

Con el de Betanzos son ya cinco los atentados contra sedes del PSdeG en menos de cuatro meses, después de los perpetrados en circunstancias parecidas en A Estrada el 15 de septiembre, Salceda de Caselas y Salvaterra do Miño, el día 28 de ese mismo mes, y el más reciente de Teo, la madrugada del día de Navidad. No obstante, también el PP ha sido objetivo de los explosivos. En abril de 2010 las dependencias populares de Nigrán y Gondomar fueron atacadas con muy poco margen de diferencia y a mediados de diciembre dos oficinas de empleo de la Xunta -una en Vigo y otra en O Porriño- también fueron asaltadas con cócteles molotov.

Modus operandi

Las coincidencias entre el "modus operandi" de este último ataque y los que se produjeron el año pasado resultan "evidentes" para los investigadores, tanto por la hora -todos los ataques se produjeron en las primeras horas de la madrugada- como por las circunstancias y el tipo de artefactos empleados. Fuentes próximas al caso, con todo, reconocen algunas "diferencias" en este punto, ya que, recuerdan, en el ataque contra la sede socialista de A Estrada y en el más reciente de Teo se utilizó "pólvora prensada" y las bombas no eran cócteles molotov sino artefactos pensados para explotar a distancia. "En todo caso, se trata siempre de artefactos de fabricación casera", añaden.

Miembros de la policía científica de la Guardia Civil y de los Tedax trabajaban ayer en la sede socialista, recabando pruebas y levantando el atestado. Hasta el lugar de los hechos también se desplazó el juez de guardia del municipio, aunque fuentes de la investigación aseguran que será la Audiencia Nacional la encargada de abrir las correspondientes diligencias. De hecho, todo el material recabado por los agentes se remitirá a Madrid, donde será tratado como un caso de terrorismo.

Y mientras la investigación de este último ataque se deriva a Madrid, ayer Resistencia Galega enviaba un comunicado, al menos a un medio de comunicación, reivindicando la autoría del asalto del 25 de diciembre contra la sede del PSdeG en Teo. La nota no hacía referencia al atentado de Betanzos ni a ninguno de los otros incidentes de 2010.

La oleada más intensa

La concentración de los últimos asaltos en menos de cuatro meses, la convierte en la más intensa oleada de atentados de los últimos años. Y el hecho de que todos fuesen dirigidos contra objetivos socialistas es una circunstancia que ayer, en Betanzos, nadie pasaba por alto. A las puertas de la sede asaltada y rodeado por varios dirigentes del partido, el líder del PSdeG, Manuel Vázquez, condenó el "goteo incesante e implacable de atentados terroristas" que sufre su partido y se negó a hablar de actos "de baja intensidad". "Después de cinco atentados, empieza a calar una sensación de cierta impunidad, que parece que no pasa nada", avisó; exigió "resultados" y reclamó a las fuerzas de seguridad "que redoblen el esfuerzo porque en cualquier momento esto va a terminar mal".

También críticos, aunque mucho más duros, la Asociación Profesional de Cabos y Guardias Civiles pidió ayer la renovación de la cúpula del servicio de información en Galicia "por su inoperatividad y nula eficacia en la lucha contra el independentismo radical gallego", recordando la falta de detenciones desde que a finales de 2007 cayeron dos miembros de Resistencia Galega que iban a colocar una bomba en una inmobiliaria de Portosín.

Por su parte, PP, BNG y el Concello de Betanzos condenaron enérgicamente estos hechos.