Ocho años y 180 millones es lo que ha costado que "la ría de Muros y Noia llegue a la Catedral de Santiago" o, lo que es lo mismo, construir el corredor Brión-Noia que une la costa con la capital gallega en 20 minutos. Fue en 2003 cuando, dentro del Plan Galicia, comenzaron las obras y ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, inauguraba el vial, de 18 kilómetros, a los que se suma la autovía entre Santiago y Brión, por lo que el recorrido final se ve reducido en un 12% respecto a la distancia por carretera, al pasar de 34,7 a 30,5 kilómetros.

De la ventaja en trayecto y tiempo se beneficiarán muchos conductores, el 90% de los que circulan entre Santiago y Noia, según las estimaciones del Gobierno gallego. Estas vías de altas prestaciones acogerán a 7.500 de los 9.000 vehículos habituales, lo que propiciará la descongestión de los núcleos poblacionales por los que pasa la carretera, como son Ames, Brión, Rois y Lousame. El alcalde de éste último municipio, José Santiago Freire, destaca una ventaja añadida al vial: que los santiagueses tienen "a un paso" las playas.

En la misma línea se manifestó Feijóo, que subrayó que ahora vecinos de Noia "podrán decir que a las afueras" tienen la Catedral y los de Santiago que "a las afueras de la ciudad tienen playa". Pero, al margen de los símbolos de ambas zonas, el dirigente autonómico cree que con el corredor y la variante de Outes "el mapa de las conexiones entre ambas poblaciones goza de una actualización que supone que un vecino de Outes que se acerque a la capital a estudiar, al médico o a trabajar tarde la mitad del tiempo que empleaba".

Sobre el coste de la obra, que suma los 86,9 millones del corredor y los 100 que costó la autovía Santiago-Brión, Feijóo explicó que "estamos y seguiremos pagando por el plazo aplazado y es la aportación del dinero público de Galicia a esta comarca". Con el esfuerzo autonómico, añadió, se construirá la variante de Noia, porque "nunca llovió que no escampase".

También sobre financiación, aunque en este caso autonómica, y en otro escenario, el presidente de la Xunta se mostró partidario de no variar el modelo y advirtió de que el Gobierno central "no cumple" el sistema pactado con las comunidades, aunque está de acuerdo en "reflexionar" para "adelgazar" las administraciones regionales y "volver" al presupuesto "máximo" de estas instituciones.