El tijeretazo presupuestario obliga a los policías nacionales a rascarse su propio bolsillo. Con el recorte de cinco millones de euros en los presupuestos del Estado para este año a la Policía Nacional, los agentes destinados en Galicia se han visto obligados a comprarse prendas de seguridad como chalecos antibalas o guantes anticorte. En el caso de los guantes de protección para los cacheos el desembolso apenas supone unos 40 euros, pero el coste de un chaleco antibalas supera los 600 euros.

La "luz roja", según advierte el secretario xeral del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Freire, ya se ha encendido en las comisarías de la Policía Nacional en Galicia ante los recortes presupuestarios de este año: "Ya se empiezan a notar deficiencias: faltan ordenadores, hay recorte de papel, los agentes se tienen que comprar su propio chaleco antibalas y se tienen que priorizar las reparaciones de los vehículos".

En cada coche patrulla tan solo hay un chaleco antibalas. Ante esta deficiencia de medios, los agentes, además de velar por la seguridad ciudadana, también tienen que mirar por la suya propia. Y para ello no les ha quedado otra que costearse las prendas de seguridad. "El precio es alto, pero te pueden salvar la vida", apuntan desde el SUP.

A esta falta de medios de los agentes de la Policía Nacional se suma la antigüedad de los vehículos de algunas unidades antidisturbios, en especial las de A Coruña y Vigo. Algunas furgonetas policiales superan los 15 años, las averías son continuas y las reparaciones se acumulan en los talleres, según denuncian desde el SUP. "Ahora estamos a principios de año y hay presupuesto. Sin embargo ya se tienen que establecer prioridades a la hora de comprar material o de arreglar los vehículos", advierte José Freire. Y la situación, según augura, irá a peor en el último semestre del año ya que el presupuesto no permitirá la adquisición de nuevo material y obligará a retrasar las reparaciones de las patrullas. "Si los recortes presupuestarios continúan y no hay un aumento de la plantilla, la seguridad ciudadana se verá resentida en un plazo de dos o tres años", alertan desde el SUP.

La situación también se presenta crítica para los agentes de la policía autonómica en Galicia. Desde el Sindicato Unificado de Policía aseguran que si la Xunta no llega a un acuerdo con el Ministerio de Interior para cubrir las vacantes por jubilaciones, bajas o traslados este verano será "dramático" ya que no habrá plantilla suficiente para hacer labores de prevención en el monte y así controlar a los posibles incendiarios. En la actualidad, la unidad adscrita en la comunidad está bajo mínimos, ya que tan solo cuenta con 370 agentes, cuando debería estar dotada de 500. El SUP reconoce que la situación económica es complicada para que el Gobierno gallego pueda hacer frente en estos momentos a la financiación al 50% con Interior de las 130 plazas vacantes, y por ello emplaza a la Xunta a cubrir "al menos 70" para garantizar la vigilancia en los montes gallegos durante los próximos meses. Pero hasta ahora, el Ejecutivo de Feijóo se negó a alterar las condiciones del convenio firmado inicialmente por Interior, por el que la comunidad tan solo sufragaba los costes materiales. Desde el Gobierno central, exigen a la Xunta que pague la mitad de los gastos de personal. Ahora la pelota vuelve a estar en el tejado del Ejecutivo autonómico.