Los 315 ayuntamientos que hay en Galicia se renovarán en las próximas semanas para adaptar la composición de los nuevos consistorios al mandato de las urnas. Los cambios, sin embargo, serán menos de los esperados y pese a los mensajes de renovación y al vuelco electoral que se vivió el pasado 22-M en algunos concellos, las cifras demuestran que el continuismo será la tónica dominante al frente, al menos, de un centenar de municipios.

Frente a los partidarios de limitar, incluso por ley, la duración de los mandatos de los políticos, Galicia es un claro ejemplo de que, si bien después de las municipales una parte importante de los concellos cambiará de regidor, la mayoría seguirá gobernado por la misma persona. Es más, según los datos facilitados por los tres principales partidos, aproximadamente 97 de los 315 alcaldes que serán proclamados en las próximas semanas acumulan al menos otros tres mandatos completos a sus espaldas.

El PP lidera por goleada el ranking de alcaldes incombustibles. De hecho, entre sus filas se cuentan 84 de los 97 regidores gallegos que suman tres mandatos consecutivos o más al frente de sus Alcaldías. Le sigue, aunque a mucha distancia, el PSdeG, que aporta 11 regidores a la lista de los más veteranos de la comunidad. Cierra la lista el Bloque, con solo dos alcaldes en esta situación, aunque hay que tener en cuenta que nació como partido político en 1982 y sus éxitos municipales son mucho más recientes. Los regidores nacionalistas más veteranos son Luciano Sobral, al frente del concello de Poio desde 1995 y el único del BNG que tras las elecciones del 22 de mayo encarará su quinta legislatura; y Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde desde 1999 de Pontevedra, la única ciudad en la que ha gobernado el Bloque.

Dentro de este grupo de veteranos de la Alcaldía, algo más de medio centenar no solo han logrado superar con éxito cuatro elecciones sino que acumulan dos décadas, o más, al frente de sus respectivos ayuntamientos. Entre ellos destaca el caso del alcalde de Taboadela, un municipio ourensano regido por el popular Manuel Gallego Vila y que no ha conocido a otro alcalde en toda la democracia. Gallego Vila puede presumir, de hecho, de ser el alcalde gallego en activo que acumula más mandatos a sus espaldas: 10 consecutivos a los que sumará en breve uno más. Le siguen en las lista otros dos regidores ourensanos: Senén Pousa, regidor de Beade, y Otilia López, de Ramirás, la primera mujer proclamada alcaldesa en Galicia en 1975 y decana de las regidoras gallegas.

En las filas socialistas los tres más veteranos son los regidores de Culleredo, Catoira y Dumbría aunque a todos ellos los supera Xosé Luis García, que fue elegido alcalde de Brión en las primeras elecciones de 1979 y no ha dejado el cargo desde entonces. Eso sí, por el camino cambió de independiente a encabezar la lista del PSdeG en 2007 lo que le desbanca del ranking.

Este reparto de alcaldías entre los grandes partidos -sin contar con los independientes, donde al frente de los veteranos destaca el líder de Alternativa dos Veciños, Ángel García Seoane, que gobierna Oleiros desde 1987 aunque con un parón entre 1996 y 2003 por una sentencia de inhabilitación- evidencia que, pese a los mensajes de renovación que lanzaron antes de las elecciones los tres partidos, en la práctica no es tan fácil que el bastón de mando de un concello cambie de manos. Con un 40% de candidatos nuevos en el caso de PSdeG y BNG y un 23% en el PP, al frente de los 315 ayuntamientos no habrá, a partir de ahora, tantas caras nuevas. Y vuelcos históricos como los de A Coruña o Santiago, tras tres décadas de gobiernos socialistas, demuestran que casi es más fácil un cambio de color político, que de candidato.