El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, apeló ayer a la "responsabilidad" de su propia formación y del PSOE para alcanzar pactos que "normalicen" la situación política de Fene y del municipio pontevedrés de Cuntis. En ambos casos no fue posible un acuerdo para la investidura de un alcalde de izquierda por la negativa de los ediles nacionalistas a apoyar a los candidatos socialistas. Los concejales tomaron esta determinación en contra del criterio de la Executiva y Consello Nacional, que fijó como prioridad evitar la llegada del PP al mayor número de alcaldías posibles.

Aymerich afirmó que "la posibilidad de negociar sigue abierta" y consideró que es posible reconducir la situación. El dirigente nacionalista puso como ejemplo el caso de Fene, donde el PP ha obtenido la Alcaldía con "seis de los 17 concejales", mientras que PSOE, BNG e IU se reparten el resto. "La mayoría de los vecinos no votaron a la derecha", consideró, por lo que concluyó que "no es normal" que los populares puedan "gobernar en minoría".

En este escenario, y puntualizando que se trata de "una opinión personal", llamó a "actuar con responsabilidad" en la búsqueda de acuerdos "para restablecer la normalidad política" en este ayuntamiento.

Aymerich criticó que los populares incumpliesen su promesa de dejar gobernar a la lista más votada, algo que no sucedió en Sada. Tampoco en Moaña (Pontevedra), donde Aymerich dijo que el PP gobierna "con un tránsfuga", en referencia al edil socialista que se abstuvo y posibilitó que desalojasen a los nacionalistas.