Favorecidas por el calor registrado ayer, las llamas calcinaron en Galicia más de 85 hectáreas en tres incendios forestales. Se registraron en las localidades de Vila de Cruces (Pontevedra), y A Fonsagrada y Pantón, ambas en Lugo. A ellos se unieron pequeños conatos registrados en Ramirás y Agolada.

El incendio más grave de la jornada se registró en Pantón, donde ardieron 35 hectáreas después de que se iniciase el fuego a las 19.00 horas y se extinguiese una hora y media después aproximadamente tras la intervención de un helicóptero, cuatro motobombas, una pala, nueve brigadas, cuatro agentes forestales y dos técnicos.

En Vila de Cruces, al cierre de esta edición, las llamas ya habían arrasado 30 hectáreas y todavía permanecía activo, según la Consellería de Medio Rural, que informó de que en el lugar trabajaban cinco aviones, cinco helicópteros, siete motobombas, trece brigadas, tres agentes y un técnico.

A ellos se unió también otro fuego en A Fonsagrada declarado a las 13.00 horas y que permanecía activo tras quemar 20 hectáreas. En el terreno trabajaban cinco aviones, cuatro helicópteros, siete motobombas, diez brigadas y dos agentes.

Por otro lado, la Policía Autonómica detuvo a dos hombres como presuntos autores del incendio registrado en San Cristovo de Cea, imputó a otras dos personas por el de Santa Mariña do Monte y abrió diligencias contra otro por su responsabilidad en el registro en Carballeda de Avia. El número de imputados por causar incendios forestales asciende a 67 en lo que va de año.

En el primer caso, dos hombres fueron detenidos por provocar presuntamente un fuego en la parroquia de Pereda de San Cristovo, según la Consellería de Presidencia. Mientras tanto, un hombre y una mujer, madre e hijo, declararon voluntariamente por otro fuego que arrasó 3,5 hectáreas en Santa Mariña do Monte, en Ourense, y reconocieron haberlo provocado.

Diferente es el caso de un vecino de Carballeda de Avia, contra el que la Policía Autonómica ha abierto diligencias por causar, de forma no intencionada, un incendio registrado la semana pasada en la parroquia de Vilar de Condes.

El suceso se produjo cuando la carga que transportaba en su tractor comenzó a arder, presuntamente por una chispa del vehículo. El fuego hizo que perdiese el control y que volcase. Las llamas prendieron en la vegetación y se extendieron hasta quemar 15 hectáreas.

El calor provocó durante gran parte de la semana que varias zonas de Galicia, especialmente Ourense, estuviesen en el nivel máximo de alerta por incendios. Hoy la climatología dará un giro y la alerta, en este caso de nivel amarillo, se decretará en las cuatro provincias pero por fuertes lluvias y tormentas, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La lluvia ya apareció ayer débilmente en algunos puntos de Ourense y A Coruña, pero será hoy cuando se active la alerta amarilla por las precipitaciones y no solo en las cuatro provincias gallegas, sino también en gran parte del norte y noroeste peninsular. En Galicia podrían recogerse unos 15 litros por metro cuadrado, de acuerdo con las estimaciones de Aemet.

A pesar de esto, la jornada se presenta muy bochornosa, pues en prácticamente toda Galicia se superarán los 26 grados. Las temperaturas más altas se prevén en Vigo y Ourense, que superarán los 30, de acuerdo con las previsiones de Meteogalicia. También aumentarán las mínimas, que en Vigo alcanzarán incluso los 22 grados, con la noche más calurosa de toda la comunidad.

A partir de mañana las lluvias se concentrarán en la mitad norte de Galicia, especialmente en la costa coruñesa, lo que dará paso a una bajada de las temperaturas generalizada. A partir del martes los cielos estarán nublados en las cuatro provincias.

Mientras tanto, hoy la alerta amarilla por calor se mantendrá en la costa catalana, donde se registrarán las temperaturas más altas de la jornada.