El raquitismo presupuestario de los concellos más pequeños y las dificultades para hacer frente al pago de los gastos corrientes y de las nóminas o la prestación de servicios amenazan su supervivencia en solitario. Un nuevo modelo territorial con menos ayuntamientos es el objetivo que a largo plazo se marca la Xunta de Feijóo. Pero a la espera de que esta fusión entre concellos se lleve a cabo de forma voluntaria en un futuro, el Ejecutivo gallego abrirá el camino a la fusión de concellos a través del asociacionismo como fórmula para ahorrar costes y mejorar los servicios.

Para dar un impulso a la integración o el asociacionismo mediante la creación de mancomunidades y consorcios -Galicia cuenta en la actualidad con 43 mancomunidades y 23 consorcios-, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer la aprobación de un decreto esta misma semana para regular la concesión de subvenciones a las administraciones locales, que además de primar en el reparto a aquellos municipios que mancomunen servicios excluirá de estas ayudas a los ayuntamientos que no rindan sus cuentas de forma anual.

Aunque la Xunta se fija la eliminación de concellos como un objetivo "a largo plazo" y descarta hacerlo de forma "forzosa", Feijóo pretende con este decreto que entrará en vigor el próximo año iniciar "el camino de la simplificación y la fusión de la Administración local". Y la próxima legislatura se prevé clave para la futura estructura territorial de Galicia, tal y como apuntó el presidente de la Xunta durante su participación en un desayuno informativo organizado ayer por Europa Press.

Para el jefe del Ejecutivo gallego, "tarde o temprano" la fusión de los servicios que prestan los ayuntamientos "tendrá que abordarse desde el punto de vista estatal" porque -apuntó- es necesario configurar "un Estado fuerte, solidario y ecuánime" que en estos momentos -concluyó- "no existe" en España. Y por ello, apeló al Ejecutivo que salga elegido de las urnas el próximo 20-N que "promueva un acuerdo nacional que implique al Gobierno central, a las autonomías y a la administración local para asumir la realidad, gobernar con sentido común y recuperar la unidad".

Con este decreto que aprobará la Xunta esta semana para incentivar la mancomunidad de servicios, el Ejecutivo de Feijóo pretende "incentivar que los ayuntamientos gestionen con responsabilidad, sean transparentes y busquen permanentemente eficiencias a la hora de prestar servicios". Según este decreto, ya el próximo año, el Gobierno gallego priorizará las subvenciones a los municipios que se asocien con otros para prestar los "mismos o mejores servicios, pero de forma más eficiente" y derogará ayudas a aquellos que no estén al día en la presentación de sus cuentas. Feijóo argumentó esta última decisión en que "no tiene ningún sentido" que se le exija lo mismo a quien se esfuerza y cumple que a las administraciones que no lo hacen. Por ello, apostó por distinguir entre los concellos que cumplen "con sus deberes contables" y los que no lo hacen "perjudicándose a sí mismos y a la vez contaminando al resto".

En su intervención, Feijóo también reclamó una reforma legislativa para que sea un delito administrativo e incluso de tipo penal ordenar y aprobar inversiones y gastos en la administración pública que después no se contabilicen y que se dejen "facturas ocultas en un cajón". "Esto no es sólo una responsabilidad política", sentenció profundizando así en una idea planteada por el PP para la próxima legislatura. Para Feijóo, es necesario "distinguir" entre una inversión "discutible", que puede tener consecuencias políticas, y no contabilizar el gasto. Para quien autorice esta ocultación, según apuntó, hay que aprobar una legislación que incluya "seguro" responsabilidades administrativas y puede que incluso penales.