-Hace una semana se confirmó la identificación de los restos de un segundo español desaparecido durante la dictadura argentina, la del gallego Urbano López. De los 600 cadáveres que tenían pendientes de identificar por falta de pruebas genéticas hace cuatro años, ¿a cuántos le han devuelto el nombre desde el Equipo Argentino de Antropología Forense?

-Desde sus inicios, hace 28 años, hasta hoy, el EAAF ha recuperado unos 1.100 esqueletos de todo el país que correspondían a personas desaparecidas durante la última dictadura militar. Unos 465 ya fueron identificados en todos estos años. Con la campaña iniciada en el año 2007, se pudieron identificar cerca de 200 de esos 465.

-En la campaña para la creación de un banco genético, que incluyó la recogida de ADN de familiares de desaparecidos residentes en España, ¿cuántas familias recogieron aquí?

-Unas 50 personas dieron muestras de sangre en España, cinco de ellas en Galicia. En total tenemos hasta ahora unas 7.500 muestras.

-¿Ya han cotejado todas las pruebas recogidas?

-La mayoría de esas muestras ya tienen su perfil genético. En el caso de los huesos, muchos también ya lo tienen pero en otros hay que repetir las pruebas varias veces porque el ADN está degradado y estamos utilizando nuevas técnicas. En tal sentido, destaco la colaboración que seguimos teniendo por parte del equipo del doctor Ángel Carracedo de Santiago de Compostela. La campaña no termina y sigue abierta la posibilidad de que la gente se acerque a dar muestras. Por otra parte, en muchos casos tenemos que conseguir más muestras de una familia -tenemos solo un familiar-, entonces los estamos contactando nuevamente para buscar otros familiares o para tomar muestras de familiares muertos, como padres.

-¿La identificación de un cuerpo resulta fiable si no se hace una prueba genética?

-La identificación de un esqueleto no se hace solamente con el análisis genético. Es un error pensar eso. Este es un procedimiento más que en muchos casos es clave, pero que en otros no es necesario. Lo importante a mencionar es que la identificación es un proceso integral. Lo que el EAAF produce cuando hace una identificación es un informe pericial integrado, donde constan los análisis antropológicos, médicos, odontológicos, arqueológicos, históricos y genéticos. Pero no siempre se necesita utilizar los análisis genéticos.

-En España, la falta de financiación por parte del Estado impide practicar pruebas de ADN a los desaparecidos de la dictadura franquista, salvo que los familiares se hagan cargo. ¿Es suficiente la identificación de un cuerpo a través de testimonios y de los rasgos físicos y patológicos de una víctima?

-En algunos casos, y hay que verlo caso por caso, la información histórica, arqueológica, física, la vestimenta y los objetos personales pueden ser suficientes para una identificación. Eso lo debe decidir un comité de identificación que analice el caso y llegue a una conclusión sobre si es suficiente o no toda la información, o hace falta una análisis genético.

-En su viaje a España para promover la creación de un banco genético de desaparecidos de la dictadura reclamaron colaboración del Gobierno español, en concreto de Interior para que les aportase huellas dactilares registradas y expedientes médicos de los españoles desaparecidos. ¿Ya disponen esa información?

-Desde hace tres años, la Agencia de Cooperación Española apoya financieramente al EAAF. Esa ha sido la única forma de cooperación hasta ahora.

-En España la dictadura de Franco sepultó a miles de represaliados en las cunetas y tapias de cementerio. Con este pasado, ¿esperaban más ayuda del Gobierno español en la investigación de los desparecidos de Videla, entre ellos al menos 300 gallegos?

-Esperábamos una ayuda concreta del Gobierno de Galicia. Antes que cambiaran de autoridades en la Xunta, hace poco más de dos años, nos prometieron apoyo financiero. Eso nunca se concretó. Es decir, a nivel de Galicia, el apoyo ha sido cero; con la excepción del doctor Carracedo y su equipo, que siempre nos apoya técnicamente.