La castaña gallega de 2011 no será como la de años anteriores. Cunde el pesimismo. El presidente del consejo regulador de Castaña de Galicia, Jesús Quintá, reconoce que la cosecha inicial de los bosques es un auténtico "desastre", no tanto por la cantidad del fruto como por su calidad, ya que la sequía ha provocado problemas en su desarrollo y las altas temperaturas incidieron negativamente en su conservación.

Las inusuales condiciones meteorológicas han provocado que buena parte de la cosecha inicial, con el fruto podrido o seco dentro del erizo, esté perdida en el territorio amparado por la Indicación Geográfica Protegida (IGP), en cuyo registro están inscritos más de cien productores.

En todo caso, aunque "el inicio de la campaña es un desastre", Quintá considera que la situación todavía no es alarmante, porque "aún falta un mes para que comience a caer la segunda parte de la cosecha", posiblemente la más importante, a partir de noviembre.