-¿Cuáles son sus expectativas para estos comicios?

-Las encuestas avalan que podemos ser un partido determinante no solo desde el punto de vista de influencia política, sino lograr el apoyo suficiente para tener un grupo parlamentario y que nuestras propuestas puedan obtener la mayoría de los votos en la Cámara.

-¿Espera que los votos de los que huyen del bipartidismo PP-PSOE lo conviertan en un partido bisagra?

-Hay mucha gente que quiere una alternativa a este bipartidismo de formaciones viejas que resulta asfixiante, en el que ninguno quiere cambiar nada porque el sistema actual les permite la alternancia.

-¿Pactaría si el futuro Ejecutivo dependiese de su apoyo?

-No nos importan las siglas del partido que propone las iniciativas, nos importan las medidas de regeneración democrática que España precisa. No vamos a pedir ministerios. Nuestro precio serán estas políticas y el que quiera sacarlas adelante contará con nuestro apoyo. PP y PSOE se han negado a despolitizar las cajas y la justicia, a cambiar la ley electoral... En la nueva legislatura veremos quien se para en estas cuestiones o si ninguno está dispuesto a romper su pacto de hierro.

-¿Qué propuestas tienen para atraer a los votantes gallegos?

-No le puede ir bien a Galicia si le va mal a España. Son reformas transversales y afectan a todos.

-¿Mantiene en su programa la idea de devolver al Estado algunas competencias autonómicas?

-Hay que revisar el modelo territorial del Estado. Que la educación y la sanidad dependan de las comunidades ha sido negativo para la competitividad de nuestro sistema. Recuperemos entonces para el Estado estas competencias. UPyD defiende el modelo de descentralización política, lo que podemos llamar un federalismo cooperativo.

-Desde la creación de UPyD, en Galicia se produjo un cambio de gobierno ¿Qué ha cambiado desde la coalición PSOE-BNG al actual Ejecutivo de Feijóo?

-El Gobierno gallego no se ha enfrentado con viejos problemas en los que ha tenido un comportamiento similar al del Ejecutivo anterior. El discurso cerrado sobre las cajas de ahorro al no querer reconocer que son instituciones financieras que no pueden estar politizadas sigue siendo el mismo. Observo que sí hay otros aspectos como la libertad lingüística en materia educativa donde se ha creado un discurso, aunque luego no se haya llevado a la práctica. Se dieron pasos que nos hicieron creer que una de las grandes disputas de las legislaturas anteriores como la libre elección de lenguas se iba a resolver. Parece que aún no pero mantengo la esperanza porque no se puede hacer de esto un enfrentamiento.

-¿Qué aportaría su formación si obtuviese representación en el Parlamento gallego?

-La pluralidad no hace daño a nadie, todo lo contrario. Un Parlamento donde entren fuerzas políticas nuevas que rompan tabúes y se atrevan a tratar cualquier asunto es bueno. El debate hace que se traten temas que hasta ahora eran impensables y plantearlos en los sitios donde los ciudadanos se verían afectados en primera instancia es sano y positivo para la democracia.

-¿Cree que las declaraciones que hizo sobre los gallegos para referirse al presidente Zapatero les pasarán factura en las urnas?

-Cualquiera que leyese aquella entrevista sin ningún tipo de prejuicio se daría cuenta de que en ese contexto no quería molestar ni ofender a nadie.