"La comunidad autónoma de Galicia fijó como un objetivo irrenunciable de su Gobierno garantizar la sostenibilidad financiera de las finanzas autonómicas", señala, ya como arranque, la argumentación de la Xunta en el capítulo dedicado a la deuda en los presupuestos. Un "instrumento esencial", asegura, para salvar el estado de bienestar, "elemento básico para una adecuada solidaridad interpersonal dentro de una sociedad.

"Galicia desde la toma de posesión del nuevo Gobierno -continúa- puede estar orgullosa de ser junto a Madrid la única comunidad autónoma que cumplió los objetivos de estabilidad para los años 2009 y 2010, años muy convulsos en lo que se refiere al déficit de las comunidades afectadas por una caída sin precedentes de los ingresos públicos y que la reforma del nuevo sistema de financiación no fue capaz de mitigar".

En la literatura de las cuentas para el ejercicio que se avecina, el Ejecutivo gallego presume en varias ocasiones de la "disciplina presupuestaria" como vía para buscar "la estabilidad fiscal". Dos objetivos "que hoy se mostraron determinantes del futuro económico inmediato" tanto para empresas y familias, "en cuanto que la crisis de deuda soberana amenaza el crecimiento económico, debilita a las instituciones financieras y puede determinar graves restricciones de la financiación exterior. La Xunta apela otra vez a la "prudencia" y a "valorar con trazo fino" los "difíciles equilibrios entre las actuaciones públicas y las posibilidades reales de financiarlas". "No se trata de construir catedrales en los desiertos, sino de evitar dejar desiertos donde antes había catedrales", resume. "Y ésa es una responsabilidad -continúa el Ejecutivo- que debe afrontarse con políticas económicas de largo alcance diseñadas con prudencia en un entorno realmente exigente y delicado". La Xunta da por hecho que los "altos déficits actuales" significarán "mayores impuestos futuros", con una reducción del consumo y el aumento del ahorro privado por cada euro en el que se incremente el gasto, "ya que el ahorro privado va a compensar cualquier aumento del déficit". "En esta época de contracción en la que el sector privado está sufriendo un fuerte ajuste tanto en términos de empleos, consumo e inversión -resume-, las Administraciones debemos impulsar la economía pero como consecuencia de los excesos generados en la época expansiva el sector público tiene que ajustar sus finanzas".