Ninguna pala se moverá en la Cidade da Cultura hasta el año 2014. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ratificó la paralización de los dos edificios pendientes de los seis con los que se concibió el complejo -el Centro de Arte Internacional y el Teatro de la Ópera- hasta ese ejercicio, momento en el que se decidirá si se continúan o no, una decisión que apoyaron ayer tanto PSdeG como BNG.

El presidente de la Xunta, con todo, eludió concretar si existen negociaciones con las empresas afectadas para establecer alguna indemnización tras la suspensión del proyecto durante los dos próximos años. Lo que sí precisó el conselleiro de Cultura, Roberto Varela,fue que existen contactos con las firmas afectadas, aunque sin aclarar de nuevo si se están negociando compensaciones económicas.

No fue la única alusión directa de Feijóo al proyecto del monte Gaiás. El mandatario gallego aprovechó su intervención en el Fórum Europa para criticar veladamente al Gobierno de Manuel Fraga, que, cuando él era vicepresidente, adjudicó en el año 2005, y estando en funciones, la construcción de varios edificios de la Cidade da Cultura. "No me siento especialmente orgulloso de contratar edificios estando en funciones. Espero que mi Gobierno no haga lo mismo", declaró Feijóo al respecto.

Concello y oposición

Al futuro del complejo arquitectónico diseñado por Peter Eisenman en el Gaiás se refirió también el alcalde de Santiago, el popular Gerardo Conde Roa, quien mostró su confianza en que el proyecto solo sufra un atraso y finalmente se construya en su totalidad.

Desde las filas de la oposición la paralización de facto de las obras fue bien acogida aunque con matices. "No vamos a valorarlo negativamente", indicó ayer al respecto al portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, si bien lamentó que el presidente de la Xunta "recorta en lo prioritario y en lo no prioritario simultáneamente", algo que sí criticó porque está afectando a ámbitos clave como la Sanidad o la Educación.

Por su parte, el exalcalde compostelano y portavoz del grupo municipal socialista, Xosé Sánchez Bugallo, dijo "entender" la interrupción de las obras que se constata en los presupuestos de 2012 pero mostró su oposición a "rescindir" los contratos de los edificios paralizados porque, según sus estimaciones, supondría "unos 20 millones" en indemnizaciones.