La llegada de las lluvias permitió extinguir siete fuegos ayer, pero no el debate sobre el coste del operativo antiincendios y la necesidad de perseguir a los incendiarios y castigarlos con más dureza. Alberto Núñez Feijóo dio un paso más y lanzó ayer una propuesta para gravar más a las fincas rurales descuidadas. "Los que viven en las ciudades y abandonan sus propiedades no pueden tener el mismo tipo impositivo que quien vive en el rural y las trabaja", deslizó.

Días después de que el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, reconociese que su departamento analiza de dónde recortar los casi seis millones de euros extra que costó el despliegue de medios antiincendios este mes, el presidente de la Xunta abrió la puerta a incrementar las tasas a quien tenga descuidadas sus propiedades y lo comparó con los fuegos urbanos, donde el dueño de un inmueble paga el coste de apagar un incendio si se éste debe al mal estado del inmueble.

"No se puede tener fincas sin responsabilidad en su mantenimiento", declaró durante el Fórum Europa, Tribuna Galicia, cita en la que demandó una reforma del código penal para endurecer penas a incendiarios e incluso someter a "libertad vigilada" a los sospechosos". También recordó que "quien prende fuegos para erosionar al Gobierno se equivoca" y marcó distancias con 2006. Entonces, dijo, se quemaron 13 hectáreas por fuego y este año 3,5. Eso sí, el balance de este mes ha sido el peor de todo el presente año, con 1.942 fuegos que calcinaron 23.358 hectáreas, según Medio Rural, tres veces más del cálculo inicial de Juárez. Además, Feijóo lanzó un recordatorio al Gobierno luso sobre su precaria situación financiera, que le provoca "dificultades" en la lucha contra el fuego. Por eso fueron los medios gallegos los que cortaron el paso a las llamas en la zona del Xurés, aseguró.

Las cuentas gallegas también aparecieron en su intervención, en la que defendió unos presupuestos "equilibrados" que evitarán los fallos del bipartito. "No es razonable realizar unas cuentas infladas con la seguridad de que sea el próximo Gobierno el que pague". Aunque lamentó recurrir a la deuda, la señaló como responsable de "poder pagar a los proveedores a pesar de la tensión de liquidez". Aquí aprovechó para diferenciar a Galicia del resto, pues, argumentó, sigue realizando hospitales o guarderías: "Si estuviésemos en Murcia o Cataluña sería distinto".

Con este argumento defendió el recurso al capital privado de su Gobierno, que lo paraliza para nuevos proyectos pero lo utiliza para obras en marcha, y que dejarán una factura pendiente entre 2012 y 2039 de 3.000 millones. "El 50% viene de legislaturas en época de bonanza", alegó.

La Xunta se personará como parte en el investigación de la operación Campeón porque están implicados fondos públicos. Feijóo anunció que está deseoso de conocer "quién está detrás" de la trama de fraude en subvenciones que investiga un juzgado de Lugo y que ha implicado a dos cargos del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). Respecto a las acusaciones del líder del PSdeG, Manuel Vázquez, quien la pasada semana en el mismo foro afirmó que el caso que él conocía comenzó "en el despacho del presidente de la Xunta", Feijóo criticó la "incoherencia" de los socialistas."Un partido que defiende que los cargos públicos se vean en gasolineras y no en un despacho debería reflexionar", afirmó en alusión a la acusación ministro de Fomento, José Blanco, de cobrar comisiones por el cabecilla de la trama.