Tras el fugaz pero intenso paso de la borrasca Leopold, que dejó rachas huracanadas en varios puntos de la comunidad y precipitaciones notables donde más falta hacía, como los 79 litros recogidos de madrugada en Ourense, los 108 de Lousame y los 101 de Soutomaior, Galicia retomó ayer la normalidad aunque de forma solo momentánea. Para mañana se prevé un empeoramiento generalizado del tiempo que dejará importantes lluvias en gran parte de Galicia y complicará de nuevo la situación en la costa, que esta madrugada ya estuvo en alerta naranja en la provincia de Pontevedra y el sur de la de A Coruña.

Puertos del Estado alertó ayer de un nuevo temporal que azotará con especial intensidad durante los próximos dos días la costa atlántica y más concretamente, la franja que va desde la ría de Vigo hasta Fisterra. La combinación de fuertes vientos y mar de fondo en la costa sur de Galicia podría provocar mañana miércoles olas de entre 7 y 8 metros de altura significativa, un valor promedio lo que implica que el oleaje podría duplicar puntualmente estas alturas hasta alcanzar los 15 metros. La costa norte coruñesa y la de Lugo, por el contrario, quedarán más resguardadas de este temporal, que según las previsiones del mareógrafo del puerto de A Coruña dejará olas de no más de tres metros en las proximidades de la ría.

Aunque como explican técnicos de Puertos del Estado el oleaje previsto para las próximas horas no es algo "excepcional" en Galicia, donde sin ir más lejos el pasado mes de noviembre se registraron olas puntuales de 21 metros, implica ciertos riesgos y probablemente obligará a la Xunta a decretar mañana otra alerta naranja en el litoral. El oleaje más intenso, referido siempre a aguas profundas y mar abierto, se espera entre las 14.00 y las 17.00 horas de mañana frente a Fisterra, con alturas significativas de 6,1 metros, y Pontevedra (5,7 metros). Será una mala semana para la flota pesquera, que ayer permaneció amarrada en su mayor parte en A Coruña y Pontevedra mientras la de Lugo faenó casi con total normalidad.

Daños en la lonja de Rianxo

Ante la previsión meteorológica y horas después del temporal que provocó a su paso 369 incidencias, 226 en Pontevedra y un centenar en A Coruña, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, emplazó a los concellos a "extremar" la limpieza de sus redes de saneamiento y alcantarillado para evitar inundaciones ya que, recordó, "las primeras lluvias del invierno siempre tienen afecciones más importantes que el resto". Para mañana, Aemet prevé precipitaciones de más de 60 litros en 12 horas en Pontevedra y el suroeste de A Coruña y de más de 40 en el resto de la provincia coruñesa y en la de Ourense.

El temporal que cruzó Galicia el pasado domingo y ayer de madrugada, con todo, no causó grandes desperfectos. La mayoría de las intervenciones del 112 se focalizaron en las carreteras y en inundaciones de viviendas y bajos, principalmente en municipios de A Coruña y Pontevedra. Precisamente en esta última provincia la Axencia Galega de Emerxencias tuvo que desplazar a su Grupo de apoio loxístico hasta Tomiño debido a los anegamientos. También hubo daños en instalaciones portuarias, concretamente en Rianxo, donde una fuerte ráfaga de viento levantó la cubierta de la lonja y derribó un poste de la luz "que se puso a girar como un trompo", según Baltasar Rodríguez, patrón de la Cofradía, aunque MeteoGalicia descartó que se tratase de un tornado porque no hubo daños en otros puntos y "el radar no lo detectó".