El Consello de la Xunta dio ayer por cerrado el ejercicio presupuestario del año 2010 con un déficit del 2,38%, dos décimas por debajo del objetivo marcado desde el Gobierno para todas las comunidades autónomas. Junto con Madrid, tal y como destacó el presidente autonómico, Galicia es la única comunidad que por dos años consecutivos ha logrado cumplir con sus obligaciones de contener el endeudamiento.

Alberto Núñez Feijóo defendió que con este tipo de actuaciones se contribuye a la "obligación" de que España "salga de una situación muy compleja" y dio por hecho que si el resto de comunidades del país tuvieran un déficit como el que registró en Galicia en 2010, la deuda pública soberana de España no se vería "lamentablemente sometida a tensiones" y los bancos no necesitarían recapitalizarse. "Estaríamos además mucho más cerca de Alemania que de Portugal, Italia o Grecia", aseguró el mandatario gallego al tiempo que advirtió de que las nuevas necesidades de capitalización de los bancos impuestas por las autoridades comunitarias estrangularán el crédito a los ciudadanos y a las empresas.

En cuanto al futuro de la Cidade da Cultura, tras la confirmación oficial de que entre los planes de la Xunta a corto plazo no entra seguir invirtiendo dinero en la ampliación del complejo, Feijóo está "convencido" de que será "más rentable para los intereses públicos" el coste de las compensaciones a las constructoras por la paralización de las obras y el aplazamiento hasta 2014 de la decisión de construir o no los dos edificios pendientes que proseguir ahora "con unas obras que no tienen crédito" y a las que "no sería razonable" dedicar fondos reservados para sanidad o educación.